Bonn. - Divergencias de la Alianza del Norte, entre su delegación en Bonn y su líder Burhanuddin Rabbani en Kabul, estancaron ayer las conversaciones sobre un gobierno postalibán a pesar de que se preveía un acuerdo inminente. Los representantes de la Alianza, encabezados por el ministro del Interior, Yunis Qanuni, propusieron una lista de candidatos para un gobierno interino de base amplia, pero Rabbani demoró su aprobación, agregaron. Los delegados dijeron que querían una rápida solución y podrían pasar sobre la autoridad de Rabbani y apelar directamente a los comandantes provinciales de Afganistán para que suministren listas a fin de formar el gobierno interino, que ellos desean acordar con otros tres grupos de afganos exiliados en Bonn. "Rabbani y (el político pashtún Abdul Rasul) Sayyaf están estirando el asunto. Ellos debían enviar las listas pero no lo han hecho", dijo un asesor de la Alianza del Norte.
Analistas explicaron que la dilación de Rabbani confirma su actitud de "bloqueo" manifestada desde el inicio de las conversaciones, especialmente en lo que se refiere al despliegue de una fuerza internacional. El representante especial de la ONU para Afganistán, Lajtar Brahimi, lamentó la demora.
La delegación del grupo de Roma, que responde al ex rey afgano Zaher Shah indicó que se acordó dar un plazo de 24 horas a la espera de una respuesta de la Alianza del Norte y explicó que las conversaciones finalizarán hoy. Excepto por la delegación de la Alianza del Norte, los otros tres sectores que forman parte de las negociaciones tienen completas y aprobadas sus respectivas listas de candidatos a los órganos interinos. En cambio, por parte de la Alianza, se recibió la aprobación de todos los grupos étnicos que integran este frente, excepto el tayiko, en este caso del ex presidente Rabbani. El vocero de la ONU en la conferencia de Bonn, Ahmed Fawzi, dijo que el encuentro se avecina a una definición y que se espera que hoy se llegue a un acuerdo.
Las demandas del actual presidente afgano, el líder de la Alianza del Norte, Burhanuddin Rabbani, en el sentido de que él debe aprobar los nombres de los que integrarán el futuro gobierno interino afgano, han empantanado el avance de las negociaciones en la conferencia sobre Afganistán que se celebra en Bonn, tras el optimismo expresado el jueves de que se ultimaba un acuerdo.
Sin injerencia extranjera
Informaciones procedentes de Kabul conocidas en Alemania destacaron que Rabbani declaró que en la conferencia de Bonn no se tomarán decisiones acerca de las personas que gobernarán Afganistán en los próximos años. Sus declaraciones restaron optimismo a las posibilidades de que la actual reunión en Alemania sirva para una solución al conflicto político afgano. "En lo que respecta a la asamblea popular, la administración transitoria y el gobierno, las personas serán designadas en Kabul, no en el extranjero", subrayó Rabbani. El dirigente, que nominalmente sigue siendo presidente de Afganistán, aseguró que así se lo ha indicado a la delegación que lo representa en Bonn.
Previamente, Rabbani había aceptado la presencia de tropas afganas y de ser necesario también extranjeras en Kabul. El líder de la Alianza ofreció a los grupos reunidos en Bonn la posibilidad de que envíen tropas a la capital del país, pero posteriormente aseguró que "bastaban 200 hombres" de la fuerza de paz extranjera para garantizar la seguridad de los líderes afganos que regresen al país y señaló que el futuro gobierno interino deberá ser elegido por el pueblo, rechazando a la vez el restablecimiento de una monarquía en Afganistán. Rabbani fijó así un límite a las fuerzas multinacionales de paz, que la ONU considera primordiales para la reconstrucción del devastado país y la efectiva distribución de la ayuda humanitaria. También consideró que las elecciones deberían ser organizadas, bajo la supervisión de organismos internacionales, en el giro de dos meses. Después del largo exilio que le fue impuesto tras la toma del poder por parte de los talibán, Rabbani precisó que 200 hombres de una fuerza de paz extranjera bastan para garantizar la seguridad de los líderes afganos que regresen al país.
En estos momentos la Alianza del Norte, en la que predominan tayikos, uzbekos y hazaras, controla la capital. No hay representación de tropas pashtunes. Los habitantes de Kabul han expresado su preocupación por que aumente la criminalidad, pero también por el peligro de que vuelva a estallar una guerra civil entre las diversas facciones del país, tal como ocurrió en 1992. Rabbani se manifestó a favor además de la convocatoria de una Loya Jirga, una asamblea tradicional con enviados de las regiones en la que todos los grupos étnicos tengan una representación acorde con su porcentaje en la población de Afganistán.
Portazo pashtún
Asimismo un importante representante de la etnia pashtún que integra la delegación de la Alianza del Norte, desertó ayer de la conferencia interafgana, y dejó al descubierto las tensiones existentes en el seno de los grupos que negocian el futuro político de Afganistán en Bonn. Haji Abdul Qadir, dio un portazo debido a "importantes divergencias con los otros miembros de su delegación y con la composición de su propio grupo", según una fuente diplomática que pidió el anonimato. La decisión de este dirigente se debe a que la Alianza del Norte, que agrupa principalmente a etnias minoritarias como uzbekos, tayikos y hazara, da escasa importancia a la etnia pashtún, que es la más importante y mayoritaria de Afganistán y a la que pertenecen además los talibanes, según el informante.
Los aproximadamente 50 líderes afganos y sus representantes presentes en la conferencia de Bonn están trabajando en el logro de un acuerdo para un gobierno interino para Afganistán y para posibilitar la presencia de una fuerza militar internacional para garantizar la paz de posguerra en dicho país asiático. Sin embargo, hasta el momento no han podido acordar detalles y siguen negociando intensamente para superar los efectos de más de dos décadas de guerra civil.
Los participantes admitieron que no es fácil encontrar a gente adecuada para las dos instituciones que se encargarán de la administración afgana interina. Se estima sin embargo que el Ejecutivo de transición podría estar encabezado por el ex rey Mohamad Zahir Shah, de 87 años, quien vive en el exilio romano desde su derrocamiento en 1973 y que es considerado una personalidad respetada en todo el país y por las facciones que discuten en Bonn. "Estamos buscando un acuerdo aceptable a todas las partes", agregó Fawzi. Asimismo se sigue negociando en torno a la futura estructura de seguridad en la capital, Kabul, según se dijo en Bonn. (DPA, Ansa y Reuters)