Los mercados vivieron ayer otra jornada cargada de tensión, de la mano de una sostenida salida de depósitos, alimentada por los rumores de un inminente feriado bancario y medidas para limitar la extracción de depósitos. La disparada de las tasas interbancarias, que llegaron en casos extremos al 900% anual, y el riesgo país a 3.332 puntos fueron el síntoma de la agitación que se vivió ayer en la city, y que el gobierno atribuye a una maniobra especulativa. Pero la postal más gráfica del día fue la de los ahorristas que hicieron cola en las entidades para hacerse de sus imposiciones.
La Bolsa recuperó las pérdidas iniciales y terminó con una leve suba del 0,79%, luego de un espectacular despliegue de desmentidas por parte de los principales funcionarios del gobierno.
Sin cifras oficiales sobre los depósitos que se fueron ayer del sistema, las especulaciones fueron variadas. Las fuentes cercanas al gobierno hablaban de 400 millones, mientras que desde el lado de las entidades financieras, se hablaba de mil millones. A lo largo de toda la jornada, el Ejecutivo se empeñó en parar la corrida. El presidente Fernando De la Rúa descartó la devaluación, mientras que el ministro de Economía, Domingo Cavallo, recordó la vigencia de la ley de intangibilidad de los depósitos y recomendó a los ahorristas dejar el dinero en los bancos.
Lo cierto es que el nivel de salida de depósitos estuvo al nivel de los peores momentos de la crisis de julio. Del 1º al 27 de noviembre, la salida llegó a los 2.500 millones de dólares.
"Desde mediados de agosto hubo una recuperación que se prolongó hasta fines de octubre, a partir de ese momento empezó la caída nuevamente, una tendencia firme que se acentuó en los últimos días", indicó María Castiglione, economista de la consultora Orlando Ferreres & Asociados. La especialista siguió: "Ya es mucho más difícil seguir devolviendo depósitos cuando la tendencia sigue y no se logra recuperar, es una corrida".
Frente a la iliquidez de la plaza, la necesidad de los bancos de fondear los retiros de depósitos y el fin de mes que obliga a cerrar operaciones, las tasas en el circuito financiero se dispararon a niveles de entre el 700 y 900% en pesos, aunque no está claro si alguna entidad tomó crédito a esos valores. Los préstamos en dólares se transaron a niveles de entre 150 y 180%. "Ciertas entidades comenzaron a ingresar capital para no pagar tasas elevadas", señaló Agustín Galvalisi, gerente de Inversiones del Societe Generale.
Esta situación fue el caldo de cultivo para la propagación de rumores sobre un feriado bancario y cambiario para el lunes, lo cual a su vez alimentó la inquietud de los ahorristas que se agolparon en las entidades financieras para asegurarse sus fondos. Si bien el ministro de Economía descartó cualquier medida de congelamiento, los rumores a última hora apuntaban a que desde el lunes se impondría un tope a las extracciones.
Sólo la Bolsa salvó la ropa. Las acciones se movieron dentro de una extrema volatilidad y después de llegar a caer 3,71% en el pasaje de mayor pesimismo, en la última parte de la rueda los papeles recortaron diferencias y quedaron finalmente 0,79% arriba, en el índice Merval.
Ese indicador estuvo durante la mayor parte de la rueda por debajo de la barrera imaginaria de los 200 puntos, una zona que no exploraba en los últimos diez años. La recuperación final lo posicionó en los 202,45 puntos. En una rueda en la que sobraron las malas noticias, el riesgo país desbordó la zona de los 3.500 puntos a media tarde, para finalizar en 3.339 puntos básicos.
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La Ciudad
