La Justicia pedirá la captura internacional de Moshen Rabbani, ex agregado cultural iraní en Buenos Aires, como presunto coautor del atentado a la Amia y estudia si incluye en esta resolución a otros sospechosos, entre ellos a un ex secretario general del movimiento fundamentalista islámico Hezbolá.
En una extensa resolución que prepara el juez federal Juan José Galeano se solicitará a Interpol la captura internacional de Rabbani, quien era agregado cultural de Irán en Argentina cuando ocurrió el atentado que dejó 85 muertos, confirmaron distintos investigadores judiciales.
Rabbani, de quien se cree está en Irán, será el personaje central de esta decisión, aunque se analiza incluir en el listado al secretario general del Hezbolá en tiempos del ataque, Hassan Nasrallah y a otro sospechoso de apellido Velayati, ex ministro de Inteligencia.
Estos dos últimos fueron nombrados por el famoso testigo "C", un ex miembro de la inteligencia iraní que vive refugiado en Alemania y que de Nasrallah aseguró -por ejemplo- que se ocupó de la "parte operativa" del ataque en Buenos Aires.
"Los dos son nombrados también por otros disidentes como quienes dieron la orden de ejecutar el atentado y seleccionaron el blanco", explicaron las fuentes.
Oficialmente, el gobierno iraní siempre negó la autoría del ataque terrorista del 18 de julio de 1994, pero las sospechas fueron inmediatas e incluso el ex canciller menemista Guido Di Tella invitó a Rabbani a no regresar al país en ocasión de un viaje al exterior del sospechoso.
A las pruebas en su contra ya conocidas -como la búsqueda de una camioneta Trafic antes del atentado y llamados telefónicos sospechosos-, Rabbani sumó la declaración de un testigo argentino de identidad reservada, denominado "B", realizada pocos meses después de la explosión pero secreta hasta ahora.
Este hombre "era un lobbista argentino que trataba con Irán por temas de venta de carne". El testigo involucró a Rabbani con Carlos Telleldín, un reducidor de autos robados detenido poco después del atentado, cuando entre los escombros se encontró el motor de la camioneta Trafic que, según la investigación, se usó como cochebomba.
El testigo aseguró que, días después del atentado, en la antesala del despacho de Rabbani escuchó a una mujer que le recriminaba al iraní: "Esto te pasa por meter en el medio a gente como Telleldín, estamos en un quilombo", y Rabbani contestó: "Yo a Telleldín lo manejo". El mecánico cordobés había sido el último poseedor del motor y ahora es juzgado como "partícipe necesario" del ataque, junto a un grupo de policías bonaerenses a los que él mismo delató.
Entre el centenar de testimonios relativos a la conexión internacional del atentado, declararon hasta los choferes y empleados de limpieza argentinos de la embajada iraní y describieron a Rabbani como alguien "más propenso al discurso político que al religioso", como su puesto demandaba. Sin embargo, a la hora de establecer el nexo entre las conexiones local e internacional, los investigadores admiten que sólo lo encuentran en la camioneta Trafic usada como cochebomba.
Rabbani fue fotografiado en diciembre de 1993 por la Side buscando un vehículo de este tipo y se lo vigilaba desde el atentado que destruyó la embajada de Israel, en marzo de 1992.
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La Ciudad
