Lo que no se pudo en cuarenta años llegó en dos días. Sobre el filo del cierre del período legislativo, los senadores de la provincia convirtieron ayer en ley el proyecto que autoriza el funcionamiento de tres casinos, seis bingos y tres salas de máquinas tragamonedas en la provincia.
La norma se aprobó horas después de que lo hicieran los diputados. Ahora, el Ejecutivo debe promulgarla y llamar a licitación. Si bien no se puede hablar de fechas exactas, los legisladores daban crédito ayer a lo que alguna vez dijera el gobernador Carlos Reutemann: "Una vez que esté la ley, en un año tenemos las salas funcionando".
Esta ley llega después de dos años de intensas negociaciones, pero de cuatro décadas de intentos fallidos (ver página 15). Y además de limitar el número de casinos y su emplazamiento, habla de inversiones previas de promoción turística y de la construcción de un hotel de nivel internacional con grandes centros de convenciones, aunque deja abierta la posibilidad de que la inversión hotelera pueda no realizarse.
El proyecto tuvo el voto favorable de la bancada justicialista -con exclusión de Julio Gutiérrez, quien se abstuvo en la votación e incluso se retiró del recinto-, y del único radical presente, el rosarino Alberto Beccani. El que se opuso fue el demoprogresista Pablo Cardinale, por discrepancias con la redacción del proyecto.
Tres casinos, seis bingos
Concretamente, se habilitarán tres casinos con bingos y tragamonedas, que funcionarán en Rosario, Santa Fe y Melincué, además de dos bingos más en el departamento Rosario y uno más en Santa Fe. En total, tres casinos y seis bingos.
Para la concesión, que será de 30 años para los casinos y de diez para los bingos, se "valorarán" (tal es el término utilizado) inversiones previas a la hora de adjudicar. Estas inversiones comprenden, según el artículo 7 de la ley, dos alternativas: la construcción de "un hotel de nivel internacional, en cuyas dependencias funcionará el casino, que cuente con una sala de convenciones con capacidad para 2 mil asistentes en la ciudad de Rosario y para mil asistentes en la ciudad de Santa Fe", o caso contrario "la construcción de un centro de exposiciones y convenciones con capacidad para más de 2 mil asistentes, en cuyas inmediaciones funcione el casino".
El mismo artículo fija los plazos para estas inversiones, otorgando para el caso del hotel 18 meses y para el centro de convenciones 12 meses. Además, se consigna que "al momento de la selección de las ofertas se priorizará la construcción de un hotel, salvo que la autoridad de aplicación, en virtud de informes técnicos precisos, considere que se encuentran cubiertas las necesidades con la oferta hotelera existente, y se evaluará la conveniencia de la oferta relacionando la inversión a efectuar y el precio a pagar por la concesión".
Lo llamativo es que en ningún momento este artículo especifica que esta inversión sea taxativamente una exigencia, sino que habla de una "valoración" para adjudicar. No obstante, el presidente de la Comisión de Seguridad Social del Senado, Abel Brunetti, afirmó que esas inversiones deben interpretarse como obligaciones del pliego.
En cuanto a las inversiones para la concesión de bingos, esta tendrá en cuenta en primer lugar "el proyecto general de promoción turística y las inversiones que se promuevan", y en segundo término "los antecedentes de personas jurídicas de bien público, sin fines de lucro, en materia de promoción comunitaria y las inversiones que comprometan".
Finalmente, y dentro de la órbita de las exigencias para su puesta en marcha, "se permitirá el inicio de las actividades de juego únicamente cuando las salas para ese efecto estén concluidas en su totalidad y la infraestructura restante del proyecto en un 50 por ciento".
El OK de los municipios
Para llamar a licitación, la provincia deberá contar con el OK de los municipios, que tendrán que aprobar sendas ordenanzas permitiendo la instalación de estas salas.
En esa normativa deberán figurar los posibles lugares de instalación y los horarios en que podrán funcionar.
En Rosario, el debate respecto de dónde tendrían que emplazarse ya está abierto, y algunos lugares parecen correr con ventajas (ver página 15).
La nueva ley también establece los destinos de lo recaudado por el Estado: la mayor parte, un 70%, se la llevan las pensiones de la ley 5.110 (ver gráfico). Cabe recordar que el gobierno provincial inició un proceso de desgravación de los aportes que realizan los empresarios con este fin, y que culmina en el 2003. También habrá dinero para promoción turística, ablación e implante de órganos y niñez desprotegida, entre otros.
Por último, una de las innovaciones del nuevo texto consensuado es la obligatoriedad para que los trabajadores que presten servicios en los casinos y bingos sean nativos de la provincia de Santa Fe o tengan domicilio constituido con un año de antigüedad como mínimo en la provincia en un porcentaje no inferior al ochenta por ciento de la totalidad del personal al servicio del establecimiento.