| | La economía bajo fuego
| Miguel Angel Rouco
Al tiempo que el gobierno comienza a cosechar los primeros frutos del apoyo al canje de la deuda pública, las últimas actuaciones del poder político provocaron una sensación de hastío en la city porteña. "Lo de ayer fue un bochorno. En medio de la crisis económica más severa de los últimos años, la corporación política sanciona proyectos que van en dirección contraria a la solución de la crisis y perjudican seriamente la estabilidad del sistema financiero. Si siguen por este camino, vamos a tener el peor fin de año que recordemos", dijo un importante operador del mercado. Con este latiguillo, comenzaron a encenderse las luces de alarma sobre la viabilidad misma del esquema económico y sobre la solidez ya no del sistema financiero sino de también del sistema institucional. Si bien es cierto que existen presiones que abonan el terreno para llevar al país a una devaluación, no es menos cierto que la corporación política puso al país al borde del abismo. Al mismo tiempo que asumían los nuevos senadores, el indicador del riesgo país volaba por encima de los 3240 puntos básicos y la tasa en el mercado interbancario orillaba el 300 por ciento anual. La caída de depósitos se viene profundizando y en los últimos tres días se fueron del sistema unos 500 millones de pesos que si bien no huyeron del país pasaron a la "sombra". "Si esto sigue así en un mes habrá un colapso muy grande en el sistema financiero. La sensación que existe en la city es de una profunda decepción. Los clientes a veces nos preguntan por el canje y otras hasta nos acusan creyendo que somos los culpables del canje y en realidad el único culpable de esta crisis es la corporación política", añadió un banquero, para luego agregar que "en estas circunstancias hay que rogar que no se caiga ningún banco de primera línea porque de lo contrario esto puede arrastrar al propio gobierno y allí sí vamos a tener un problema muy serio". Los proyectos de ley aprobados en Diputados introdujeron temores entre los inversores y provocaron una estampida sobre los niveles de depósitos, colocando en un serio riesgo de vulnerabilidad a entidades financieras de primer nivel. La tasa de ganancias extra implica un nuevo golpe a la economía productiva y generará una reacción adversa agravando los niveles de salario y de empleo, lo que traerá más recesión. El proyecto que limita a los bancos el goteo de la coparticipación de las provincias se parece más a una amenaza que a un hecho serio, en especial, si se tiene en cuenta que se sanciona en momentos en que se convoca a la banca privada a un canje de pasivos provinciales. Pero el proyecto que crispó los nervios de la city porteña fue el que suspende por 180 días todas las ejecuciones de deudas. Esto genera conductas indeseables que ponen en peligro el normal tráfico jurídico. Primero, deja a los acreedores -fundamentalmente a los bancos-, sin posibilidades de ingresos concretos y expuestos a un agudo proceso de descapitalización. En segunda instancia, induce al resto de los deudores a no cumplir con sus obligaciones, ya que desaparece el riesgo de ejecución del crédito, lo que profundizará la crisis financiera y aumentará la inseguridad jurídica. Estas iniciativas profundizará el riesgo de un crac down y aumentará de manera ostensible el efecto de una estampida en el sistema financiero. (DYN)
| |
|
|
|
|
|
Diario La Capital todos los derechos reservados
|
|
|