Editorial

El puerto, esperanza rosarina

El pasado martes se produjo un hecho que podría llegar a merecer el calificativo de histórico. Ese día, con la presencia del gobernador Carlos Reutemann, se puso formalmente el puerto de la ciudad en manos del consorcio empresario que lidera la Autoridad Portuaria de Tarragona (España). Se dio así término a un largo y conflictivo proceso de licitación que llegó, sin dudas, a un final tan deseable como lógico. Y el futuro, después de un largo tiempo de empantanamiento y dudas, aparece ahora como pleno de posibilidades, lo cual hace alentar esperanzas de que en breve lapso Rosario recupere uno de sus enclaves económicos trascendentales.
Al respecto, el presidente del grupo catalán adjudicatario fue suficientemente explícito. "Iremos a la búsqueda de las cargas que el puerto tuvo hace ocho años, para que vuelva a ser lo que fue y a su vez integrarlo al mundo", aseveró el hombre de negocios español durante un tramo de su discurso. Las palabras parecerían tener esta vez -a diferencia de lo sucedido en el transcurso de la funesta gestión de la empresa filipina Ictsi- respaldo en los hechos: el plan del consorcio prevé que en los primeros meses de concesión se reparen los muelles, se incorporen grúas para los contenedores y se ponga en marcha la cámara de frío para el manejo de productos tales como la fruta. En el primer año de gestión, se encuentra previsto un desembolso cercano a los diecisiete millones de pesos.
Innecesario es decir cuánto significa para la ciudad, en este difícil momento económico, la puesta en marcha del incomprensiblemente paralizado puerto, el mismo que fue, en un principio, su misma razón de ser, y luego el principal argumento de su crecimiento y fortuna. El unánime respaldo empresario a la positiva resolución del proceso licitatorio piloteado por la responsable del Entre Autónomo (Enapro), María Herminia Grande, da cuenta de las expectativas depositadas en el porvenir inmediato. El mismo mandatario santafesino, que con su presencia dio testimonio de la crucial importancia del suceso, hizo un resumen adecuado de la situación: "Ahora volverá a funcionar a pleno una de las herramientas más importantes del desarrollo económico de la región", aseveró Reutemann, quien conoce mejor que nadie la necesidad que tiene la sociedad santafesina de recibir noticias positivas.
Y esta, aunque parezca aislada, lo es. Y mucho. Ojalá que el abanico de esperanzas que se abre ahora ante los ojos de los rosarinos comience pronto el proceso de transformación en tan fructíferas como concretas realidades.