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Prostitución infantil

Un editorial para atender es el que publicó La Capital el 23/11 (pág, 26) titulado "Mal que no respeta límites", que advierte sobre la prostitución de menores. Recuerdo que esto sucede desde hace mucho tiempo y sin quien ponga freno permanente a tal aberrancia humana, que hace objeto de su lujuria a niños de muy corta edad y es tanta la barbarie, que no hace mucho se supo de hasta bebés que fueron víctimas de pervertidos. El editorial menciona que la explotación de menores existe "porque hay demanda" que produce ganancias a quienes trafican con esa monstruosidad. Se sabe que en algunas partes se organizan viajes de turismo que arriban a los países que les ofrecen ese mercado infame. Hay algunos padres que entregan a sus hijos por dinero, pero... a no olvidar que son muchos los niños desaparecidos que se supone que son robados por incorporarlo al mercado de libidinosos y que seguramente sus padres preferirán verlos muertos antes que imaginarlos esclavos de quienes los obligan a atender a esos lujuriosos que son tan aborrecibles como los responsables que se suponen mezclados con narcotraficantes. ¿No estarán en la triple frontera? ¿Por qué no encomendar al Ejército el descubrirlos? Termina el editorial así: "Mantener el foco de la atención social sobre la creciente gravedad del problema, es el primer paso para comenzar a aclararlo". El pueblo no es sordo ni mudo.
Haidé Z. de Garello