Año CXXXV
 Nº 49.315
Rosario,
jueves  29 de
noviembre de 2001
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cartas
Engaño, dolor y sufrimiento

Es la primera vez que escribo una carta de lectores, tengo 13 años y soy nieto de José Justo Thompson, al que balearon la otra vez en su propia casa con la tonta intención de robar. ¿Hasta cuándo vamos a vivir esta inseguridad? Yo opino que lo ocurrido demuestra en qué país vivimos; no hay seguridad ni en nuestras propias casas ni piedad por la gente de tercera edad. Este es el futuro que nos espera si no cambiamos. Gracias a Dios y se lo agradezco enormemente, mi abuelo no resultó muy herido (solo una bala en la ingle), pero la próxima puede ser fatal. Así como le pasó a él le puede pasar a cualquiera, desde un chico (de mi edad), hasta un hombre de mayor edad. Vivimos una etapa de crisis, y no por esto le vamos a dar derecho a personas a asaltar lo que nosotros lo logramos luchando, todos estamos en crisis, el país lo está y hay que castigar justamente el robo. Chicos de 9 años me han querido asaltar (muchas veces armados), y resistiéndome logré escapar, así como también me cuentan mis amigos. Esos chicos hoy roban centavos, pero en el futuro serán grandes ladrones y asesinos. Escribo esto porque me da mucha rabia recibir noticias malas todos los días respecto a robos, asesinatos y heridos. Esta vez le tocó a una persona muy cercana a mi y realmente me dolió lo que le pasó y lo que le pudo haber pasado. Yo tengo un hermano menor (7 años), al cual se le contó que mi abuelo se enfermó; por un lado porque es muy chico, pero por otro yo decidí no comentarle cómo fue realmente porque me da mucha vergüenza decirle en el país que vivimos.
Alexis Thompson


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