Marcelo Hernán Loffreda, uno de los entrenadores de Los Pumas, ya sabe qué significa tener enfrente al seleccionado neocelandés de rugby. Lo sufrió como jugador en la gira realizada por ese país en 1979, en la cual Los Pumas cayeron 18 a 9 y 15 a 6, y también en la derrota de 1989, en la que fue el capitán del conjunto albiceleste que por 60 a 9. Y como entrenador, a mitad de este año estuvo al frente del equipo que perdió 67 a 19 con la poderosa formación oceánica. "Es un equipo de temer -apunta-, es la única potencia a la que la Argentina no le pudo ganar en toda su historia. Pero a pesar de ese temor que inspiran, el sábado tendremos que tratar de llevar el partido a nuestro ritmo. Ellos nos superan en el aspecto físico, en timming y en el line. Por eso será vital asegurar nuestros lanzamientos en las formaciones fijas y mantener el control de la pelota durante el mayor tiempo posible". En cuanto al nivel con el que llega el equipo argentino al último test match de la temporada, el entrenador de Los Pumas señaló: "Durante la gira que realizamos por Gales y Escocia mejoramos en muchos aspectos. En esos dos test jugamos, prácticamente, a un mismo ritmo durante todo el encuentro, sin perder la concentración". "De todas formas, ese crecimiento, que fue muy importante, no alcanza para superar a los All Blacks. Le ganamos a dos buenos equipos como Escocia y Gales, pero no tenemos que creer que por ello estamos en condiciones de vencer al que, a mi modo de ver, es el mejor seleccionado del mundo. Nuestro objetivo para el sábado es mejorar la performance que tuvimos a mitad de año en Christchurch. Y para lograrlo llegamos con el espaldarazo de una muy buena gira por las islas británicas. Pero Nueva Zelanda no es ni Escocia ni Gales, es mucho más", definió. "Será vital mejorar en el line respecto del partido de Escocia. Para ello realizaremos variantes, alternando lines con menos hombres y lanzamientos a la segunda posición para asegurar la pelota. Luego, habrá que utilizarla de la mejor manera posible", comentó el Tano. "En Christchurch -agregó-, la mayoría de las veces que utilizamos el pie para llevar el juego a campo contrario le entregamos la pelota a los rivales más aptos para contragolpear. Tenemos que evitar eso y, a la hora de utilizar un kick táctico, buscar los espacios vacíos para luego ir a presionarlos". "En el aspecto defensivo -continuó- deberemos evitar que rompan nuestra primera línea de tackle. Creo que ese es el mayor desafío y para el cual estamos mucho mejor preparados que a mitad de año, como quedó demostrado en la gira. Tenemos que mejorar en el hombre a hombre, ya que una vez que ellos generan diferencia numérica en uno de sus ataques, son muy difíciles de contener". Respecto de las innovaciones que hizo John Mitchell, el flamante técnico de los All Blacks, al incorporar a varios jugadores jóvenes y dejar afuera a figuras consagradas como Christian Cullen y Jeff Wilson, por ejemplo, Loffreda sostuvo que "No será una ventaja. Si fuera un equipo común podría serlo. Pero son los All Blacks, para ellos el rugby es una gran parte de su vida y por ello para los más jóvenes ingresar como titulares representa una motivación extra". "De todas maneras, vamos a tratar de aprovechar la inexperiencia internacional del medio scrum (Mark Robinson) en un puesto en el que hay que tomar decisiones. Intentaremos sacar provecho de esa circunstancia, metiéndole la máxima presión", imaginó.
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