Taloqan. - Un camarógrafo sueco fue muerto a balazos ayer durante un robo a mano armada en su vivienda en la norteña ciudad afgana de Taloqan, que está en manos de la Alianza del Norte, dijeron colegas de la víctima. Ulf Stromberg -de 42 años-, camarógrafo del canal de televisión TV4 de Suecia, murió en la casa donde permanecía con otros periodistas suecos cuando los delincuentes irrumpieron durante la noche. Fue el octavo periodista que muere en Afganistán desde que Estados Unidos inició su campaña militar contra el movimiento islámico talibán y su protegido Osama Bin Laden, a quien considera el principal sospechoso de organizar los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington.
Rolf Porseryd, corresponsal de TV4, expresó que tres hombres con turbantes, fusiles Kalashnikov y cuchillos irrumpieron en la casa donde Stromberg, otros dos periodistas y un traductor afgano dormían, alrededor de las 2 de la madrugada (hora local). Los intrusos ingresaron primero a la habitación donde dormían Martin Adler y Bo Liden, ambos del periódico sueco Aftonbladet, y les exigieron dinero, sin que los periodistas se resistieran.
"Uno le dijo a Martin: «Ahora te llevaremos afuera y te mataremos»", relató Porseryd. El intérprete intercedió por la vida de los periodistas, diciéndoles que era el mes santo del Ramadán y los extranjeros tienen familias en sus países. Los hombres amados se dirigieron a otra habitación donde dormían Stromberg y Porseryd. Stromberg abrió a la puerta y la cerró de inmediato cuando vio a los intrusos.
"Hubo dos disparos y escuché a Ulf gritar «Me dieron, me estoy muriendo» y caía hacia atrás", expresó Porseryd. Stromberg recibió un disparo en el pecho a través de la puerta. Otra bala, que fue disparada a través de la ventana por un cuarto hombre armado, dio contra una pared. Stromberg fue trasladado a un hospital local pero no se pudo hacer nada para salvarlo. Los hombres armados escaparon con un teléfono satelital y varios miles de dólares.
Temores por la delincuencia
Cientos de periodistas extranjeros se encuentran en Taloqan, cubriendo los avances de la Alianza del Norte en el ex territorio talibán, incluida la ciudad de Kunduz -a unos 60 kilómetros al oeste- la cual fue capturada el lunes. La mayoría ahora tiene previsto abandonar Taloqan y dirigirse a Tayikistán, dijeron los periodistas extranjeros que se encontraban en el lugar.
El asesinato de Stromberg subraya la amenaza que acarrean la falta de ley y violencia por grupos armados que no son controlados en Afganistán, donde el gobierno talibán se derrumbó en siete semanas desde que comenzaron los bombardeos estadounidenses en la región.
Cuatro periodistas, dos de Reuters y reporteros del periódico español El Mundo y del matutino italiano Corriere della Sera, murieron el 19 de noviembre a manos de un grupo armado cuando viajaban a Kabul desde la ciudad oriental de Jalalabad. Otros tres periodistas, dos reporteros de radios de Francia y un redactor independiente para la revista alemana Stern, murieron el 11 de noviembre cuando las fuerzas talibanas atacaron una fuerza de la Alianza del Norte con la que viajaban, cerca de Taloqan.
Según el Comité para la Protección de los Periodistas, con sede en Nueva York, sin incluir a Stromberg 21 personas han muerto en lo que va de año a causa de su trabajo como periodistas.
Periodista secuestrado
Pero los incidentes con los trabajadores de prensa no finalizaron con la muerte del camarógrafo sueco. Los talibanes secuestraron y amenazaron con matar al periodista canadiense Ken Hetchman -del periódico Montreal Mirror- en la localidad de Spin Boldak, en la frontera con Pakistán, al sur de Afganistán, según declaró uno de sus colegas. El reportero canadiense fue atado de pies y manos, según declaró el también periodista Jonathan Steele, del diario británico The Guardian, quien explicó que un pashtún le había hecho llegar una carta de auxilio de parte de Hetchman. El hombre de etnia pashtún dijo a Steele que los secuestradores habían amenazado a Hetchman con matarlo si no recibían dinero.
Además los talibanes amenazaron a los periodistas occidentales que están en Kunduz a quienes les aconsejaron que se retiren de esa zona, según informó desde Kunduz el enviado del periódico israelí Maariv, Eldad Beck. El lunes Beck visitó la ciudad, poco después de que las fuerzas del general Haji Abdel Rauf la conquistaron de manos talibanas. Pero uno de los habitantes de la ciudad le aconsejó a Beck que partiera lo antes posible ya que en Kunduz circulaban versiones de que los talibanes habían prometido 50 mil dólares a quien lograra matar a un periodista occidental. "Aquí hay muchos locos dando vueltas", le advirtió a Beck su interlocutor. (Reuters y Ansa)