El Jardín de los Niños abrirá sus puertas pasado mañana en el mismo espacio del parque Independencia donde por años se emplazó el tradicional zoológico de la ciudad. La inauguración estaba prevista para agosto del año pasado y, tras sucesivas postergaciones de la obra por falta de fondos, finalmente llegó el día. La propuesta, planteada como "La máquina de imaginar", busca exponer la "poética de lo mítico, la mecánica y las vanguardias" en juegos, que incluyen desde la máquina de volar hasta la montañita mágica.
"Pensar, elegir y crear". Esa es la consigna que tendrán los visitantes en el Jardín de los Niños, que conservará el nombre de la educadora rosarina Juana Elena Blanco. El objetivo de la Municipalidad fue poner a disposición de los chicos un espacio de 35 mil metros cuadrados, en donde se pueda disfrutar de juegos interactivos y temáticos. Y que sirva también para que se prendan los grandes.
La propuesta incluye tres enfoques temáticos. En uno se mostrará el pensamiento arcaico y simbólico del hombre; otro será un homenaje a la época de la mecánica, inspirada en Leonardo Da Vinci y el comienzo de la Modernidad, y el último consistirá en una muestra interactiva sobre el siglo XX y sus invenciones.
Claro que más allá de la onda conceptual del Jardín, los chicos tendrán toda la libertad para hacer su propia historia, como dicen ellos. Es decir, podrán entrar y salir cuantas veces quieran a cada juego, y quedarse el tiempo que quieran donde más les guste. Quizá, el boom del Jardín sea "La máquina de volar", un espacio donde "se busca generar en el niño la sensación del vuelo libre", como dijo el director del complejo, Aníbal Mesapelle. Allí concurrirán chicos desde los 4 hasta los 14 años, que podrán volar sujetos a unos arneses especialmente preparados para la ocasión.
Otro plato que promete es la "máquina de sonar", donde se podrán combinar melodías subiendo y bajando de toboganes, o abriendo y cerrando puertas de paso del juego. Incluso, un coordinador guiará a los chicos para que se conviertan en virtuales compositores de las melodías que se les ocurra.
La "montañita encantada" es una instalación sonora en la que los árboles hablan, las piedras respiran y el agua canta. Es un recorrido laberíntico, donde los chicos tendrán que aprender a oír para avanzar, todo un mensaje destinado a incentivar esa capacidad en tiempos donde manda la cultura de la imagen.
El área de la innovación propone rescatar la poética de las vanguardias del siglo XX. Allí hay talleres interactivos, donde se puede jugar y aprender, mientras se cruzan las distintas ramas del arte y la ciencia. La idea es que los chicos actúen, canten o pinten en instalaciones lúdicas donde conviven el cubismo de Pablo Picasso, las obras de los plásticos rosarinos y pinceladas pacifistas de Ghandi, con videos de animación, un dominó gigante y espacios para el diseño gráfico y de indumentaria.
Centro de polémicas
Este emprendimiento estuvo signado por la polémica en muchos momentos de su construcción. Primero, cuando el concejal radical Federico Steiger cuestionó en julio del año pasado los costos, al decir que era una obra "faraónica", y que encima estaba paralizada. En esa oportunidad, el intendente Hermes Binner salió a decir que "los trabajos se detuvieron para dar lugar a otras prioridades" y para no afectar la calidad del proyecto.
Lo cierto es que la construcción se detuvo aproximadamente un año, lo que obligó a postergar la inauguración de agosto de 2000 a agosto de 2001 (la idea era que se realizara el Día del Niño), y de allí a otra nueva fecha -la definitiva- que será pasado mañana, a las 11.30. En rigor, esta apertura será más bien simbólica, ya que los juegos estarán disponibles para el público un día después, o sea, este sábado.