La definición de las autoridades que tendrá el bloque radical desde el 10 de diciembre próximo, cuando perderá su condición de primera minoría en la Cámara de Diputados, recalentó la interna entre los federales y una veintena de legisladores de la provincia de Buenos Aires, Capital Federal y algunas provincias.
Ayer hubo una reunión del sector Buenos Aires-Capital para analizar el cuadro de situación y se decidió no aceptar integrar la futura conducción por la disconformidad que existe con los cargos que se les ofreció.
De todos modos, ni uno ni otro sector hablan fracturar la bancada. Además, se calcula que hasta la sesión preparatoria, prevista para el 5 de diciembre, las aguas podrían calmarse.
La titularidad del bloque, que por ahora podría continuar bajo la conducción del catamarqueño Horacio Pernasetti, es disputada por otros miembros de la bancada radical.
El enfrentamiento más fuerte apunta a la vicepresidencia de la Cámara y a la secretaría general del bloque. El ofrecimiento que los federales (la mayoría de los diputados del interior) hicieron al grupo minoritario es para que ocupe las vicepresidencias primera y tercera y la protesorería.
Sólo pirotecnia
De uno y otro lado se confía, sin embargo, que la sangre no llegará al río y que habrá un acuerdo en los próximos días en el bloque del oficialismo.
Lo cierto es que, a partir del 10 diciembre, la bancada de la UCR quedará con 69 miembros debido a la fuerte merma que sufrirá a raíz del resultado electoral registrado el 14 de octubre pasado.
La Ciudad
