Carlos Reutemann no se baja de su estrategia para menguar la ansiedad que provoca la falta de resolución de la interna peronista. El gobernador reiteró ayer que su prioridad es la gobernabilidad de la provincia y evitó pronunciarse sobre sus aspiraciones presidenciales para el 2003, aunque tampoco negó que piense retirarse de la contienda. De todos modos, el Lole admitió haber conversado con Carlos Ruckauf y José Manuel de la Sota para sellar un pacto que le ponga freno a la embestida del ex presidente Carlos Menem. Esa idea, sin embargo, no lo entusiasmó. "Algo de eso se habló, pero en estos momentos está en el frezzer", dijo sin dar más detalles, extendiendo el enigma sobre el por ahora frustrado encuentro.
Pero algo es seguro: el apuro que tiene Ruckauf no entra en sintonía con los tiempos que manejan De la Sota y el propio Reutemann, sus posibles rivales en la carrera presidencial del PJ, a la que ahora se agregó el liberado Menem. La sonrisa pícara que mostró el Lole cuando se lo consultó sobre las razones del fracaso de esa troika presupone un razonamiento: él o De la Sota le bajaron el pulgar al desesperado intento de Ruckauf. "Hagan ustedes la lectura", soltó con su habitual hermetismo.
Si bien no se extendió en comentarios, Reutemann blanqueó públicamente ayer lo que ventilaron el fin de semana pasado los operadores del gobernador bonaerense. La idea era formalizar en Rosario un acuerdo tripartito, cuyo punto clave es el siguiente: quien tenga mejor intención de voto en el 2002 competirá con Menem en las elecciones internas, y los otros dos deberán acompañarlo.
La estrategia del caracol
Sin embargo, Reutemann tampoco tiene intenciones de apresurarse en ese terreno. Dijo que le parece "imposible" fijar la fecha de la interna para los meses de marzo o abril de 2002 . "Los tiempos se han acelerado y hay muchos compañeros con legítimas aspiraciones. Pero en mi caso y con los problemas cotidianos que tengo que resolver, estar pensando en la interna no va con mi razonamiento y mi forma de pensar", reiteró, y luego remató: "Mi prioridad hoy pasa por gobernar la provincia de Santa Fe".
Está claro que la estrategia de Reutemann para ser candidato (algo que no afirma pero que tampoco niega) pasa por mostrar un perfil diferenciador de gestión de gobierno. Ya lo demostró hace dos semanas atrás en la puja de los gobernadores peronistas con el Ejecutivo nacional en las negociaciones por la coparticipación federal, donde sacó un plus de ventaja sobre De la Sota y Ruckauf.
Otro de los temas sobre los que fijó posición fue respecto a la sucesión en la presidencia provisional del Senado, que un sector del peronismo quiere que recaiga en el misionero Ramón Puerta (ver página 13). Para Reutemann ese lugar de poder debe ser ocupado por un radical. "Muchos sectores (peronistas) veríamos con simpatía que la espalda del presidente De la Rúa sea cubierta por un correligionario", dijo.
Ausencia
Por otra parte, el Lole confirmó que no concurrirá hoy a la reunión del consejo nacional justicialista, donde Menem tiene previsto reasumir la conducción del partido, luego de que el congreso que armó Eduardo Duhalde lo desplazara de ese cargo. De esta forma, Reutemann se sumó a la mayoría de los mandatarios provinciales que no aceptaron el convite menemista.
"No voy porque considero y observo una tremenda velocidad política de unos sectores (por el menemismo y el duhaldismo), y yo estoy viendo otra realidad, una realidad plagada de dificultades cotidianas", afirmó Reutemann al justificar su ausencia en el cónclave.
Reutemann pareció salirse de foco cuando La Capital le preguntó su opinión acerca de la intención de Menem de hacer campaña en territorio santafesino. Pero enseguida se recompuso y contestó con ironía, dando una miniclase de geografía: "Santa Fe está abierta para todos. Tiene 130 mil kilómetros cuadrados por 800 kilómetros de largo. El que la quiera recorrer...".
También desmintió haber llamado por teléfono a Menem cuando el ex presidente, un día después de recuperar la libertad, desató una verdadera fiesta popular en La Rioja, contradiciendo a varios medios porteños que habían asegurado la existencia de contactos.
La Ciudad
