Como muchas cosas en la vida, la vista cansada es inevitable, y aunque hasta el momento haya visto bien, llegamos a cierta edad que perdemos la habilidad de enfocar objetos cercanos, empezamos a alargar los brazos para leer el periódico y terminamos recurriendo a los anteojos progresivos, a unos bifocales o los medio anteojos para lectura. También están los lentes de contacto multifocales o progresivos, desconocidos para muchas personas.
Las opciones de respuesta ante la pregunta si consideró en alguna oportunidad el uso del lente de contacto podría ser ocasionalmente, cada día, o, no estoy interesado. Si la respuesta es esta última, podríamos aproximarnos a los motivos buscando un porqué? Posiblemente un mal entendido, un prejuicio, o una idea equivocada, sea la causa de esa falta de interés.
Los candidatos ideales para este tipo de lentes es cada présbita que se encuentre apto para usar lentes de contacto blando. El mayor reconocimiento que merece este tipo de corrección óptica es mayor campo visual, mejor sensación de libertad y conveniencia. Es una excelente opción con tal de no usar anteojos, resolviendo todas sus necesidades visuales con un solo lente.
Si durante su vida nunca tuvo la necesidad de usarlos, recuerde que al llegar a la edad de la presbicia deberá hacerlo, cambiando su estilo de vida diario, ajustándolo a una dependencia absoluta a sus anteojos de visión próxima. En este caso, el cambio será brusco, súbito, y de un gran impacto emocional.
Lentes blandos
Según un grupo de expertos oculistas de la Universidad de Ohio, Estados Unidos, el grupo demográfico clave para los lentes blandos progresivos se encuentran comprendidos por la mayoría de hombres y mujeres entre los 40 a 55 años de edad, que se encuentran ansiosos por tener las mejores opciones que ofrecen las nuevas tecnologías.
Pero ¿cómo identificarse como paciente adaptable? En primer lugar, usted deberá considerar su motivación como principal estímulo para acercarse al gabinete de prueba. El deseo de portarlas constituye un pilar fundamental para el éxito de la adaptación. En segundo lugar la necesidad de observar a todas las distancias en forma totalmente natural con un solo lente, sin pensar en los ajustes constantes que implica un multifocal de patilla.
Si su ocupación cotidiana no requiere minuciosidad, sus metas serán realistas, y los resultados de éxito serán seguramente sorprendentes. ¿Se imagina la libertad de poder leer una revista, mirar su reloj o la carta de un restaurante sin la ayuda de sus anteojos? ¿Manejar su computadora en su trabajo o en su casa, con el máximo rendimiento en su visión intermedia?
En términos de astigmatismos bajos esta lente tiene un buen desempeño para pacientes con menos de 1 dioptría de cilindro, y las pruebas de adaptación son muy sencillas, por lo general los pacientes ya pueden tomar la decisión de adquirirlas en la segunda prueba. Su sistema de limpieza es muy sencillo, ya que son de recambio mensual y con una solución multipropósito es suficiente para su mantenimiento.
La industria del lente de contacto crece cada día con nuevas tecnologías que satisfacen las necesidades visuales de miles de personas en todo el mundo, y los estudios científicos avalan estas técnicas. Vale la pena distinguir las nuevas propuestas de las obsoletas y apuntar al cambio de ver mejor cada día.
Cecilia Mendoza
Optica, contactóloga
La Ciudad
