Pasaron los profesionales y ahora les toca a los aficionados. En el Rosario Golf la adrenalina ha subido en estos días más que nunca producto de una nueva edición del torneo que viven con las pulsaciones a mil y que presentan con mayor orgullo: el Abierto del Litoral. A partir de hoy dará inicio cuando comiencen a jugar las categorías más bajas, mientras que la scratch lo hará mañana, culminando el campeonato el domingo.
Hoy se disputará la primera vuelta de los caballeros 10 a 16, 17 a 24 y 25 a 36, en tanto mañana lo harán la scratch y hasta 9, damas scratch, hasta 15 y 16 a 36.
Si bien anteriormente competían juntos tanto aficionados como profesionales, luego la dimensión que adquirió el Abierto del Litoral lo hizo imposible.
Desde sus inicios en 1937 se comenzó a jugar la categoría scratch, y en la cual resultaron ganadores jugadores destacados del golf argentino. A partir de 1961 esa categoría pasó a denominarse Juan Manuel Sugasti, en homenaje al joven y gran jugador fallecido trágicamente en 1959.
En 1950, uno de los grandes amateur argentinos, Juan Bautista Segura, quedó 2º con 228 golpes, a uno sólo del ganador, el profesional Romualdo Barbieri. Fue la vez en la que más se acercó a los profesionales un aficionado, y su score de 4 golpes bajo el par sólo pudo ser igualado 27 años después por Horacio Carbonetti.
Posteriormente, en 1988 Juan Carlos Devoto empleó 285 golpes, en 1995 Jorge Nicolossi redujo esa marca a 283 y en 1996 Juan Pablo Abbate y Fernando Chiesa igualaron el score con 281. En el desempate Chiesa perdió. Pese a ese sinsabor, se dio el gusto de festejar el triunfo en 8 oportunidades.
El récord de 281 golpes también está en poder de Pablo Grosso y Ricardo Aranda, quienes fueron primero y segundo en la última edición, y luego pasaron al profesionalismo.
Ayer se jugó el four ball Diario La Capital con estos finales: caballeros, E. Sileoni y G.Sfilo, 62;G. Kestens y R. Cueva, 64; damas, F. Sepliarsky y M. de Sepliarsky, 65;E. Estrella y S. Landeira, 65;M. Maini y S. Garzón, 65.
Final inesperado
Nadie podía prever que antes del cuarto y último giro Rodolfo González podía perder un campeonato que tenía casi en el bolsillo. Pero por esas cuestiones del golf, la gran mayoría de los que estaban en los puestos de vanguardia del torneo de profesionales del Abierto del Litoral jugaron a los desaciertos, cambiando permanentemente el primer puesto. Y así, desempataron cinco golfistas.
La definición se resolvió en la primera instancia, con un magnífico águila de Marco Ruiz en el hoyo 18.