El gobierno trabaja para que la concertación a la que convocó a sectores sindicales, empresarios y de la Iglesia para el jueves "sea un éxito de trabajo conjunto", anunció ayer el presidente Fernando de la Rúa, en tanto la CGT oficial condicionó su participación en el diálogo a que el gobierno no insista en modificar el sistema de asignaciones familiares. Aunque falta poco, todavía el cónclave no tiene lugar ni hora confirmado, ni tampoco está definida la lista de invitados. El titular de la CGT oficial, Rodolfo Daer anunció que no será de la partida "en la medida que el gobierno insista en modificar las asignaciones familiares, eliminando el salario familiar, iniciativa impulsada por la ex ministra (Patricia) Bullrich". En el mismo tono se pronunció el titular de la Federación de Viajantes (Fuva) y representante en la Mesa de Consenso Social de la Pastoral Social de la Iglesia católica, Luis Cejas, quién señaló que "necesitamos una propuesta firme de parte del gobierno para poder consensuar". La conducción de la CGT disidente, que ayer envió a Julio Piumato (Judiciales) y a Horacio Ghillini (docentes particulares) a la reunión con los empresarios y la CGT oficial en la sede de la UIA y que no fueron a Olivos, "analizará mañana (por hoy) si asisten a la convocatoria del jueves", afirmó el taxista Jorge Omar Viviani. La que no fue invitada para la reunión es la CTA, cuyo titular Víctor de Gennaro dijo que esa entidad no está "para la foto". Voceros eclesiásticos dijeron que la Iglesia tampoco "está para la foto" aunque reiteraron su predisposición al diálogo.
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