Uruguay al Mundial: Un país vestido de celeste

Las celebraciones por la conquista oriental se extendieron hasta la madrugada

Uruguay amaneció ayer alfombrado de papel picado y en un estado de ensueño tras celebrar hasta la madrugada la clasificación al Mundial que se jugará el año próximo en Corea y Japón.
Los medios de difusión, especialmente las radios, siguen reproduciendo los tres goles que el seleccionado nacional le convirtió el domingo a Australia, y que significaron la ansiada clasificación.
La gente participa de las emisiones para expresar su reconocimiento a los jugadores especialmente, a quienes se considera los grandes protagonistas de esta historia, que empezó en marzo de 1999.
Pero la fiesta no fue completa. Esta vez hubo incidentes, con cuatro heridos y 42 detenidos, en la ciudad de Maldonado, a unos 140 kilómetros al este de Montevideo, cuando una multitud se concentró en la plaza principal y, en determinado momento, protagonizó una trifulca con las fuerzas de seguridad. Los detenidos declararon ayer ante la Justicia, por robos, vandalismo y lesiones.
"Los grandes protagonistas fueron los jugadores", según remarcaron el DT, Víctor Púa, y los dirigentes de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), aunque todos coinciden en reconocer el apoyo de la gente.
La afición charrúa batió récord de asistencia a los partidos que los celestes jugaron de local y, en esta definición ante Australia, si bien no se llenó el estadio, contribuyeron a su manera a la victoria, alentando permanentemente a los jugadores.
Otra de las figuras que acaparó los agradecimientos de futbolistas y dirigentes fue el empresario Francisco Paco Casal, titular de la empresa "Tenfield S.A.", que representa a la mayoría de los jugadores y que posee los derechos de explotación del fútbol uruguayo hasta el año 2009.
"Gracias Paco", decía en el tablero electrónico del estadio, apenas terminado el partido y poco después que apareció la leyenda: ¡Uruguay al Mundial!. La mayoría del plantel lo llamó por teléfono a Buenos Aires, donde se encontraba circunstancialmente, para testimoniarle su afecto y reconocimiento por el apoyo.
La prensa también reflejó el clima de euforia y de sueño del que los uruguayos no se quieren despertar.
"Dios es negro...", fue el titular del diario La República de Montevideo, junto a las fotos de los tres goles, y en alusión al moreno Richard Morales, que fue uno de los héroes de la jornada, marcando dos de los tres tantos del equipo.
"¡Al fin, Uruguay!", señaló el diario El País, con una foto gigantesca de Morales, con el torso desnudo y agitando su camiseta celeste, ante una tribuna repleta y delirante.
"Hola, Blatter, inclúyanos en el sorteo del Mundial"; "¡Vamos!", "Supieron cumplir" y "¡Gracias pueblo!" son algunas de las expresiones usadas por el periodismo deportivo para expresar un sentimiento generalizado de felicidad y reconocimiento por la fiesta que les regaló el fútbol profesional.
Coincidentemente con este clima, la selección uruguaya de fútbol amaneció ayer sin entrenador, porque Víctor Púa terminó su contrato en el partido ante el seleccionado de Australia.
Aunque se descuenta que se llegará a un acuerdo para la renovación antes de finalizar este año, el entrenador dijo que por ahora descansará, ya que "esto ha sido muy estresante", y volverá a conversar con los dirigentes "en los próximos días".
Los australianos terminaron admitiendo la hospitalidad del pueblo uruguayo, tras los incidentes del miércoles pasado, en el aeropuerto de Carrasco, cuando la delegación fue recibida por un grupo de unas 40 personas, que los insultó, escupió e intentó agredirlos.
"La hospitalidad del pueblo uruguayo fue espectacular", declaró el entrenador, Frank Farina, que era uno de los más molestos por aquellos incidentes, y que amenazó con irse a Buenos Aires por "falta de garantías".
El periodista australiano Michael Liynch, enviado especial de un diario de Melbourne, elogió al equipo uruguayo pero precisó: "A nosotros no se nos va la vida en el fútbol, como a ustedes". (DPA)