Buenos Aires.- El presunto autor material del asesinato del empresario Miguel Lecuna intentó ayer desvincularse del crimen y presentó ante el juez Enrique Velázquez una coartada para demostrar que ese día nunca pudo haber estado en el taxi donde fue atacado a puñaladas el esposo de la actriz Georgina Barbarossa.
Marcelo Martínez, alias Asmático, de 27 años, respondió todas las preguntas del interrogatorio preparado por el juez de la causa, tras lo cual quedó detenido en la alcaidía de los tribunales porteños.
Fuentes del despacho de Velázquez dijeron que el imputado declaró durante una hora y media y aseguró que no tuvo responsabilidad en el crimen cometido el 2 de noviembre último en el barrio porteño de Palermo.
Para dar credibilidad a su declaración de inocencia, el hombre aseguró que puede probar que el día del asesinato de Lecuna estuvo con su esposa en un hospital del partido de San Martín, agregaron los voceros.
Martínez, al igual que los otros dos detenidos días atrás en el asentamiento Puerta 8 de San Martín, se presentó a la indagatoria asistido por un abogado particular y en ningún momento de su declaración involucró a los otros dos detenidos en el marco de la causa.
En tanto, anoche seguían declarando ante el magistrado Amadeo Gordo Alvarez y Daniel Chueco Mazanelli, dos ex integrantes de una banda de asaltantes conocida como "Los Insúas", desbaratada a principios de este año por la policía.
De acuerdo a la reconstrucción de los investigadores, el Asmático es el único de los sospechosos del crimen que no integraba esa organización, sino que había sido convocado por Mazanelli y Alvarez para cometer robos a pasajeros de taxis. Los mismos investigadores creen que fue justamente "el nuevo de la banda" quien terminó perjudicando al resto, ya que llevó una sevillana para cometer los delitos, cuando sus cómplices le habían advertido que para ese tipo de hechos no era necesario estar armado.
Esos datos, al igual que todas las pistas que obtuvieron los investigadores para lograr los arrestos, fueron aportados por un testigo de identidad reservada que declaró ante un fiscal de San Martín y fortaleció la hipótesis de que el esposo de Barbarossa fue una víctima más de la denominada "mafia de los taxis".
Una fuente de la Policía Federal dijo ayer que su gente estaba abocada a la búsqueda de por lo menos dos sospechosos más del crimen, entre ellos el hombre que conducía el taxi en el que atacaron a Lecuna.
"Son sospechosos"
Durante su programa de ayer, la actriz y conductora Barbarossa aclaró que no podía aportar mucha información sobre la causa para no entorpecer la investigación, aunque expresó su deseo de que los asesinos de su marido sean rápidamente identificados.
"Lo que no quiero es que por un artilugio legal o deficiencia de la ley o inoperancia política, los asesinos del Vasco salgan a la calle. Estos señores (por los detenidos) son sospechosos, todavía hay que demostrar si realmente son los culpables", manifestó Georgina.
Lecuna fue asesinado de cinco puñaladas cuando en un taxi se dirigía a su casa del barrio porteño de Palermo para salir con su esposa, sus hijos mellizos y más de 30 compañeritos de estos rumbo a la provincia Córdoba.
De acuerdo a lo reconstruido hasta ahora por la policía, el marido de Barbarossa se resistió a que ladrones que bajaron de una camioneta Trafic blanca y abordaron el taxi le robaran sus pertenencias. Ante ello, uno de los ladrones lo apuñaló y luego lo arrojó del taxi en la esquina de Gorriti y Sánchez de Bustamante, donde fue recogido por una ambulancia y trasladado hasta el hospital Rivadavia, aunque ya estaba muerto. (Télam)