Año CXXXV
 Nº 49.312
Rosario,
lunes  26 de
noviembre de 2001
Min 12º
Máx 27º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Ponys, caballos de polo y de competición dieron en el parque su espectáculo
Jinetes de todas las edades coronaron la fiesta dominguera en el Hipódromo
Los rosarinos vivieron una colorida jornada en conmemoración del centenario del histórico predio

Jinetes de todas las categorías, caballos de todos los colores, Ponys, niños y adultos en competencia. Saltos de vallas, el clásico Intendente Municipal, pequeños de entre cuatro y seis años demostrando sus habilidades hípicas y caballos de polo en la pista de arena fueron algunas de las pruebas que se hicieron ayer con motivo del año centenario del Hipódromo Independencia.
Desde la mañana la gente se acercó hasta las instalaciones del Hipódromo a disfrutar de los espectáculos que el Jockey Club y la comisión de equitación programaron para la jornada, acompañada por un día espléndido. Hacia el mediodía los Ponys se pusieron a disposición de los más chiquitos, a quienes se paseó gratis por el parque. Muchos ellos nunca habían tenido la posibilidad de montar a caballo.
Hacia la mediatarde, el intendente Hermes Binner, su esposa y su pequeño hijo Emilio se llegaron hasta el predio para presenciar el clásico Intendente Municipal.
Distendido, Binner admitió que no apostó a ningún caballo; sin embargo, siguió con atención la competencia en medio de los gritos de aliento del público.
Al menos 40 caballos de polo hicieron diversas pruebas, entre ellas una carrera en la que compitió una mujer entre ochos jinetes varones y salió tercera. También dos nenas demostraron sus habilidades en la competencia de ponys.
"La fiesta fue muy linda, esperemos que estas jornadas puedan repetirse, porque el público respondió y vino mucha gente", indicó Bernardo Rouillón, directivo del Jockey Club Rosario.

Un día de paseo
Muestra de la respuesta del público la dieron Lelia y Daniel, una pareja mayor que no dudó, canasta en mano, en ir a pasar la tarde al Hipódromo. "No somos burreros, pero el día está bárbaro y vinimos a pasear", explicó el hombre.
Para Lurdes, 35 años, el espectáculo fue toda una novedad. "Es la primera vez que vengo al hipódromo, la verdad es que es precioso, llegamos desde el mediodía", explicó, con sus tres chicos alrededor que miraban con sorpresa a los animales.
Para Juan José, 8 años, el día fue "lo más"; es que dio una vuelta a caballo por el parque de la mano de uno de los profesores de equitación. "Estuvo rebueno, fui a pasear todo por allá", señaló con el dedo el bosquecito en las inmediaciones del Hipódromo.
Pero sin dudas, parte del espectáculo también lo componen los apostadores. Los gritos de alegría y de tristeza a la hora de ganar o de perder son insoslayables en las tribunas del centenario predio. Un párrafo aparte se merece Juan Carlos Macho Torres, uno de los mejores jinetes de la ciudad que cuenta con hinchada propia. "¡Vamos Macho, todavía!", le alentaban a su paso.
Los directivos del Jockey Club destacaron que el hipódromo es uno de los más importantes del interior del país, más allá de que las actividad hípica no escapa a los rigores de la crisis económica. En ese marco ya están preparando los actos centrales en conmemoración del centenario para el 8 de diciembre.
También Binner remarcó que más allá de que "la actividad hípica del país está deprimida", resulta "auspicioso que el mejor hipódromo del interior del país esté abierto y funcionando".
En el corazón del parque Independencia un nuevo atractivo para los rosarinos se ofreció ayer en las pistas de arena y al calor de las vigorosas patas de los animales que lo pueblan. La cálida jornada finalizó casi a la hora del crepúsculo, cuando las puertas se cerraban y de fondo se escuchó más de un relincho.



El centenario Hipódromo recuperó su tradicional brillo.
Ampliar Foto
Diario La Capital todos los derechos reservados