El flamante jefe de la UCR, el gobernador Angel Rozas, no descartó ayer que desde el radicalismo se pueda regenerar la Alianza con el Frepaso y, ahora, el ARI, de Elisa Carrió, aunque admitió que la tarea "no es fácil" a partir de las diferencias públicas que la diputada rebelde mantiene con él.
"No hay que tener prejuicios en la vida política porque no son problemas personales lo que hay que anteponer sino ideas", dijo el gobernador chaqueño, en referencia a su coterránea Carrió, tras lo cual reiteró su intención de convocar desde la UCR a "todos los partidos con criterio progresista".
Esta última idea había empezado a evaluarse en el comité provincia de Buenos Aires, pero para llevar adelante no sólo desde el partido sino por fuera de él, en forma paralela, en un intento por no ceder a Rozas las banderas progresistas arriadas desde ese sector interno de la UCR.
Rozas reconoció, sin embargo, que "no es fácil lo del ARI", porque "hay muchas circunstancias que han jugado contra esta posibilidad", empero dejó abierta la puerta para concretar ese objetivo.
El sucesor de Raúl Alfonsín en el partido adelantó, por otra parte, que la nueva mesa de conducción partidaria debutará con una reunión en Córdoba -no precisó la fecha-, en coincidencia con una convocatoria que, según dijo, realizará la UCR de esa provincia.
Los "traspiés" del gobierno
Al hacer un análisis de la actuación del gobierno de Fernando de la Rúa, el mandatario provincial se excusó de ponerle una calificación -como, en su momento, hizo Alfonsín- pero advirtió, sí, que tuvo "muchos más traspiés" de lo que se imaginaban todos, incluso el propio presidente, precisó.
Destacó, no obstante, que "hay dos hechos que están marcando un posible ascenso: la reprogramación de la deuda pública y la convocatoria a la unidad nacional que comenzaría con una agenda preestablecida para el próximo jueves".
Rozas diferenció los anteriores llamados a la unidad nacional con este último, al señalar que ahora "hay una agenda" y que si se encuentran los "niveles de consenso" necesarios sobre determinados temas, éstos se tendría que convertir en "políticas de Estado".
Al volver sobre el papel del partido, Rozas destacó luego el "equilibrio difícil pero interesante" que hizo Alfonsín, entre los "fundamentalistas" que querían despegar al partido del gobierno y los "talibanes" que decían que estaba "todo muy bien".
Al ser consultado sobre las presiones del PJ para quedarse con la jefatura del Senado, el mandatario chaqueño opinó que el radicalismo "tiene que resistir con todas sus fuerzas esa posible designación".