Año CXXXV
 Nº 49.312
Rosario,
lunes  26 de
noviembre de 2001
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Boca: Trabajos de definición a la espera del Bayern
Bianchi ajusta los detalles, pero aún no dio el equipo

Mientras espera la llegada del rival, el cada vez más remachado Bayern Munich de Alemania, el plantel de Boca Juniors continuó ayer la vigilia de cara a la final de la Copa Intercontinental de Clubes, con un ensayo en el que el técnico Carlos Bianchi puso el mayor énfasis en ejercicios de definición.
Lo real y concreto es que el último campeón de la Libertadores de América trabaja mientras el titular de la Liga de Campeones recién pondrá pies en territorio japonés esta mañana tras haber saldado con empate su correspondiente compromiso liguero ante el Nuremberg.
Entonces, con el propósito de aprovechar al máximo posible el tiempo disponible, el entrenador xeneize decidió que sus jugadores efectuaran ayer ejercicios diferenciados de definición, tal vez uno de los ítems en los cuales el Virrey considera que aún no está demasiado fino.
De esta manera, Guillermo Barros Schelotto y Marcelo Delgado, principalmente, y los volantes y laterales (Walter Gaitán, Román Riquelme, Jorge Martínez, Omar Pérez y Clemente Rodríguez, por citar algunos casos), en menor medida, se cansaron de ajusticiar indistintamente a los arqueros Oscar Córdoba y Roberto Abbondancieri.
La urgencia por hallar precisión en el área rival tiene relación directa, quizá, con el hecho de no volver a cometer los yerros que impidieron que el supuesto equipo titular le gane a uno suplente (perdió por 2-1) en el ensayo futbolístico realizado en la mañana del sábado japonés.
Por eso, con miras al decisivo compromiso de mañana en el estadio Nacional de Tokio (a las 19, hora de Japón, 7 de Argentina), Bianchi no desea contratiempos. Y no estar con la pólvora seca puede traer aparejados algunos problemas.
No fue casual entonces que el técnico reuniera a sus jugadores antes de iniciar el entrenamiento matutino en el campo de atletismo Kozukue (es la cancha auxiliar del Yokohama Marinos, que a su vez servir de escenario para la final del Mundial de 2002) y refrescara conceptos no sólo tácticos sino también de concentración.
Y durante esos 20 ó 30 minutos de charla hubo buen ánimo pero a la vez la consecuente internalización de la necesidad de aprender la lección de no fallar frente al arco rival, en virtud de que "será un partido cerrado" (tal como lo expresó el mellizo Barros Schelotto hace algunos días) y, quizá, con muy pocas chances de gol en el tiempo reglamentario o en el alargue, si fuese necesario llegar al mismo.
¿Pistas en la formación del equipo? Parece todo definido, al margen de que Bianchi siempre esconde un as en la manga y es capaz de cambiar sobre la marcha (recordar la final del año pasado, con Aníbal Matellán de lateral, Cristián Traverso de zaguero y Daniel Fagiani afuera del equipo).
Pero el esquema del 4-2-2-2 suena a inamovible, independientemente de lo que oponga el adversario de enfrente, ahora más limitado después de las deserciones de Stefan Effenberg y Alexander Zickler, ambos por lesiones.
De ahí que pese a que no lo confirmaría hoy (el técnico boquense es un zorro en eso de no adelantar futuros movimientos), la mayoría de los simpatizantes auriazules que arribaron a Japón están en condiciones de recitar ya el once titular. Y, por ende, algunos allegados al entrenador se lo confiaron a Télam.
Así paga menos que los casi 36.300 yenes (300 dólares) que debiera invertir en la reventa un desprevenido hincha que quiera apropiarse de un acceso a platea que Boca alistará a Córdoba; Martínez, Rolando Schiavi, Nicolás Burdisso y Clemente Rodríguez; Walter Gaitán, Serna, Traverso y Riquelme; Barros Schelotto y Delgado. Esta es casi una fija de hipódromo.
Sin embargo, algún cambio en ventanilla podría estar produciéndose hoy, después de que el entrenador disponga la última práctica y el posterior reconocimiento del estadio Nacional, durante las primeras horas de la noche.
Pero, para continuar en el lenguaje del turf, queda en claro que se está en presencia de la recta final. Y, tal vez, para cruzar el disco primero que todos, sea necesario mantener la línea y no apurar la monta. (Télam)


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