Año CXXXV
 Nº 49.311
Rosario,
domingo  25 de
noviembre de 2001
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Mercados: Qué conviene hacer con el canje
La operación puede revertir el actual escenario económico. Si falla retrocedería la calidad de vida de los argentinos

Salvador Di Stefano

La Argentina llevará adelante el canje de deuda más importante de su historia por el cual cerca de 40.000 millones de dólares en bonos se transformaran en préstamos al sector público a una menor tasa de interés y mayor plazo de amortización.
Se llevará adelante en dos tramos, uno local y otro internacional. El primero vence el día 30 de noviembre para los mayoristas. El viernes los bancos anunciaron que canjearán 12.500 millones en títulos. Los minoristas tendrán tiempo para canjear hasta el día 7 de diciembre, pero se solicita monitorear esta información ya que los cambios resultan vertiginosos y es probable una reconsideración del plazo.
El segundo tramo no tiene aún fecha prevista y tampoco se conocen las condiciones generales, por ende es una incógnita a resolver.
Quienes adhieran al primer tramo del canje podrán obtener los beneficios del segundo, pero mantendrán sus términos si el segundo resulta menos beneficioso, con lo cual hay un claro incentivo de Economía a canjear en esta primer etapa.
Para hacer un análisis minucioso hay que ir por partes. Los inversores minoristas poseen mayoritariamente bonos cortos y la sugerencia es no canjear.
Los bonos cortos serían los que tienen vencimientos en los año 2002 y 2003 y pueden utilizarse para el pago de impuestos, por lo tanto, al mantenerlos en cartera ante cualquier escenario están protegidos.
Si el canje es un éxito pagarán los títulos, si el canje resulta un fiasco estos bonos se transformarán en certificados de créditos fiscales y se pagarán impuestos, con lo cual, también el inversor está protegido.
Si usted no paga impuestos por la magnitud de su ahorro puede transferirlo en el mercado con una quita que será mínima en función de las otras opciones que le ofrece el gobierno que son reducir la tasa y postergar el pago de la amortización tres años más tarde.


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