Fue una noche de festejo pirata en el Olímpico, ya que Belgrano le ganó el clásico a Talleres 1-0 y con esos tres puntos le dio, de momento, alcance a Argentinos Juniors en la lucha por escapar de la zona de descenso. Belgrano fue muy superior a su archirrival en cuanto a dominio territorial, pero tuvo problemas en la definición, por eso tuvo que esperar hasta los 30 minutos del segundo tiempo para desahogarse con la conquista de Sebastián Brusco. Brusco recibió un rebote de Mario Cuenca, luego de que el arquero tapara una entrada profunda de Mauro Obolo, destinatario de una maniobra que preparó Matías Arce por el lado derecho. En el primer tiempo Belgrano manejó el trámite en forma casi absoluta y lo hizo con criterio, pero careció de la puntada final, por eso el parcial terminó sin goles. Matías Arce fue la gran figura buscando los claros y ocupándose de la distribución, ayudado por la presión que dirigió Mario Grana en la mitad de la cancha y la movilidad de Felipe Desagastizábal, especialmente por el costado derecho del ataque. Talleres sólo mostró su firmeza en el sector central de su defensa, pero el equipo por lo general recurrió a faltas reiteradas y así perdió a Sebastián Carrizo en la mitad de la cancha, quien fue expulsado a los 20 minutos por un planchazo a Matías Arce. A pesar de la superioridad de los celestes, la primera chance la tuvo Talleres, a los 19, cuando Diego Garay recurrió a una media vuelta cerca de la media luna y disparó, pero la pelota se fue por arriba del horizontal. Belgrano tuvo la gran ocasión para convertir a los 36 porque hubo un rebote dentro del área grande y Obolo tiró débil, por lo que Cristian Rami salvó sobre la línea de sentencia. Los últimos minutos fueron intrascendentes, pero Belgrano fue superior y mereció ganar la etapa. Lo mejor que hizo Talleres fue proteger a Cuenca por el aporte de Gustavo Lillo y el de sus marcadores centrales Julián Maidana y Víctor Sotomayor. En el segundo tiempo hasta el gol el juego había sido deslucido porque Arce y Desagastizábal bajaron su rendimiento, aunque Grana continuó con su tarea incansable para ponerle límites al rival. A Belgrano le volvió a faltar precisión y profundidad, hasta que Arce reapareció en escena y elaboró la acción que terminó con la única paridad que quedaba, la que se registraba en el marcador.
| Arce, la figura celeste, se va entre la defensa tallarín. | | Ampliar Foto | | |
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