Una multitud canalla se congregó el viernes a la noche en Génova y Avellaneda para celebrar el 4º aniversario del clásico en el que Central se impuso por 4 a 0 y que quedó inconcluso por inferioridad numérica, y que desde entonces la comunidad centralista denominó al 23 de noviembre como el Día Nacional del Abandono. Organizado por la agrupación 23 de Noviembre, los festejos comenzaron con una cena en Zapatero Bochín Club, ubicado en Díaz Vélez al 100, en donde las instalaciones fueron colmadas por 350 personas mientras muchas más se asociaron a la celebración desde la calle debido a la amplia convocatoria. Los asistentes que participaron del encuentro recibieron a manera de souvenir una galera, la que le imprimió a la reunión un particular colorido. Durante el transcurso de la fiesta, el público compartió su alegría vía telefónica con Horacio Carbonari (desde Inglaterra), Ezequiel González (en Italia), Gonzalo Belloso (en Francia), Eduardo Coudet y Rafael Maceratesi (desde Buenos Aires), y el entrenador del aquel equipo que ganó el mencionado clásico, Miguel Angel Russo, quien dialogó con los organizadores desde México, mientras se trasladaba en micro junto al plantel del Morelia para jugar otro encuentro por el torneo azteca. En la sede de los festejos estuvieron presentes Aldo Pedro Poy, el Chango Gramajo y el actual conductor de Central, Daniel Teglia, entre otros, al tiempo que recibieron adhesiones de otros tantos protagonistas de la historia auriazul. Posteriormente a la cena, partió una caravana hacia Arroyito, la que se fue engrosando a medida que se aproximaba al punto de concentración: Génova y Avellaneda. Allí, alrededor de 1.500 personas desataron un verdadero carnaval, el que fue acompañado a las 0.45 con el lanzamiento de fuegos artificiales a orillas del río Paraná. Esta celebración centralista del 23 de noviembre ya había comenzado en la madrugada del viernes cuando la ciudad amaneció empapelada con afiches que aludían a la fecha como el Día Nacional del Abandono, en los que se destacaban el número 23. De esta manera el sano folclore que se origina gracias al fútbol mantiene viva la pasión de una ciudad que se expresa a través del ingenio popular.
| |