Año CXXXV
 Nº 49.311
Rosario,
domingo  25 de
noviembre de 2001
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Dramático desenlace de una investigación en el Correo
Un cartero robó una Banelco y al ser descubierto intentó suicidarse
Intentó matarse al saber que iba a ser detenido. Anoche se hallaba en estado irreversible

Un joven cartero intentó suicidarse de un disparo en la cabeza tras ser acusado por la policía de haber robado una carta conteniendo una tarjeta Banelco y emplearla para realizar dos extracciones en un cajero automático. El muchacho agonizaba anoche en el Hospital de Emergencias, donde permanecía internado y en estado de muerte cerebral.
Los investigadores presumen que el cartero, identificado como Juan Pablo Riasol, de 25 años, tomó la trágica decisión al saber que era buscado por la policía como el único imputado en el robo de una tarjeta Banelco que había sido enviada por correo a Diego Rivero, un estudiante de Medicina de 23 años y oriundo de la provincia de Chaco.

La pesquisa
La investigación del robo comenzó el 30 de octubre pasado, cuando Rivero denunció en la comisaría 15ª que autores desconocidos habían empleado su tarjeta para realizar dos extracciones por 200 y 190 pesos. Según el testimonio del joven a la policía, sus padres le habían enviado por correo desde la provincia de Chaco una extensión de la tarjeta con el número de PIN (clave de identificación personal) que había recibido el 9 de octubre.
Poco después, el 26 de octubre siguiente, el muchacho descubrió el faltante de dinero. Entonces se comunicó con su padre, que solicitó el resumen de cuenta de la tarjeta. Allí constataron que el 7 de octubre se habían realizado dos extracciones en un cajero automático del Banco del Suquía, en la sucursal de San Martín al 3300.
Al analizar el recorrido de la carta, los agentes policiales descubrieron que, en esa fecha, la misma se encontraba en poder del Correo Argentino. Los investigadores citaron a todos los empleados del correo a prestar declaración y luego analizaron las copias de video del cajero automático. Al observar las imágenes, el supervisor de la entidad postal reconoció a Riasol cuando operaba con una tarjeta. De inmediato el muchacho se convirtió en el único sospechoso de la maniobra.
Fuentes policiales revelaron que el joven trabajaba como cartero desde hacía dos años, aunque al momento del hecho realizaba una suplencia en el sector de clasificación de cartas en la delegación sur del Correo, ubicada en Ayacucho al 5400. "Presumimos que el joven había abierto correspondencia y una vez hecha la maniobra selló la correspondencia y la entregó", reveló el subjefe de la seccional 15ª, Marcelo Casajuz.
Según el jefe policial, el viernes Riasol fue a trabajar pero "abandonó su lugar de trabajo al enterarse de que se habían secuestrado las cintas de video". Luego la policía fue a buscarlo a su casa y lo rastreó en los domicilios de sus allegados con intenciones de detenerlo, aunque sin éxito.
En la madrugada de ayer, alrededor de la 1.10, el padre del muchacho -empleado con antigüedad en el Correo- lo encontró herido de bala sobre la cama de su dormitorio. El joven fue trasladado de urgencia al Heca, adonde ingresó en estado gravísimo y en estado de coma, según informó la policía. Al parecer acosado por la pesquisa policial, el joven se había disparado con un revólver calibre 22 en la cabeza, en su casa de Rueda al 100.
El proyectil quedó alojado en la sien izquierda del joven, cuyo estado era anoche irreversible, según los voceros policiales.



El cajero de la extracción en San Martín al 3300.
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