Controversia en Economía por los alcances del canje de deuda

La operación de canje de deuda que impulsa el gobierno generó ayer una controversia en el seno del equipo económico. El ministro Domingo Cavallo es partidario de aceptar todos los bonos que los tenedores estén dispuestos a canjear, en tanto que su segundo, Daniel Marx, intenta poner un tope y sólo recibir aquellos instrumentos de corto vencimiento.
"Cavallo quiere aceptar todos los bonos que los tenedores deseen canjear por préstamos al 7 por ciento, mientras que Marx sólo quiere que los bancos y las AFJP entreguen los títulos de corto vencimiento y cupón alto, dejando afuera para esta primera etapa los globales 2018 y 2031", dijo una calificada fuente vinculada con la operación.
La fuente señaló que Marx "sólo quiere aceptar los bonos pagarés y otros títulos cortos en poder de las AFJP y no tomarles los globales, que en total las administradoras poseen unos 10 mil millones de dólares".
Reconoció que Cavallo "es partidario de tomar todos los títulos ahora y descomprimir los vencimientos lo antes posible, ya que un canje en estos momentos no puede ser tomado como un fracaso, en el caso que la cifra no sea a priori la pretendida por el mercado".
En cambio, reveló que Marx "pretende parcializar la operación, canjeando ahora sólo algunos bonos y lanzar un segundo swap con menos beneficios para los tenedores de títulos".
El viceministro y secretario de Finanzas negó anteayer que el gobierno trabaje con la hipótesis de una quita de capital en los títulos de la deuda. Sin embargo, una fuente confió que "la idea de Marx es limitar el canje local, obtener una eventual baja de tasas y de riesgo y ofrecer posteriormente, ya en el tramo internacional, un interés menor al siete por ciento".
Pero Cavallo trabaja con la hipótesis de canjear todos los bonos que los bancos y las AFJP le entreguen de aquí hasta fin de mes.

El BCRA les da aire a los bancos
En sintonía con el canje en marcha, el Banco Central dispuso dos medidas consecuentes con la operación y que están destinadas a bajar la tasa pasiva de las entidades y a mantener inalterables sus resultados y balances.
Las disposiciones de la autoridad monetaria contemplan, en primer término, que los préstamos (al 7 por ciento) que reciban las entidades en canje de títulos públicos (o pagarés) del gobierno nacional "se contabilizarán al mismo valor que poseían dichos activos antes de ser canjeados".
Con esta medida, el BCRA intenta que los bancos no sufran modificaciones tanto en sus balances como en sus resultados, ya que los activos otorgados por el gobierno serán contabilizados en la misma forma que eran tomados antes del canje.
También se contempla una suerte de techo a las tasas que otorgan las entidades con el fin de preservar sus depósitos, penalizando con mayores encajes (indisponibilidad de activos) a los bancos que paguen por los depósitos más del 50 por ciento del promedio de los plazos fijos menores a los 100 mil pesos.
Anoche el ministro Cavallo tenía previsto firmar una resolución con el modelo de contrato para el canje de deuda, que establece que la Caja de Valores será la entidad registrante de los préstamos que el gobierno canjeará a cambio de los títulos.