Hace apenas unas horas que arribó a Tokio, pero Boca Juniors ya entrena en doble turno para llegar en óptimo estado al partido del próximo martes por la Copa Intercontinental ante Bayern Munich. Tratando de no dejar nada librado al azar, pero fundamentalmente para sacarse de encima el cansancio y dejar de lado la diferencia horaria.
"Fue un día de entrenamiento bastante duro porque lo que estamos buscando es sacarnos la diferencia horaria y el cansancio por la cantidad de horas de vuelo desde Argentina", dijo el arquero colombiano Oscar Córdoba en declaraciones a Radio la Red, desde Tokio, adonde el plantel arribó en las primeras horas del miércoles en Argentina.
"Hicimos una doble jornada de trabajo físico, por la mañana en la cancha y por la tarde en un gimnasio", agregó.
Boca intentará el próximo martes obtener su segunda Copa Intercontinental consecutiva cuando enfrente al Bayern Munich en el estadio Nacional de Tokio.
El equipo que conduce Carlos Bianchi se alzó con el trofeo en el 2000 tras vencer 2-1 al Real Madrid de España con dos goles del delantero Martín Palermo, actualmente en el equipo español Villarreal.
El equipo argentino obtuvo su primera Copa Intercontinental en 1978 al derrotar al Borussia Monchengladbach de Alemania.
Tras más de 36 horas de vuelo, Boca arribó en la tarde del miércoles a Tokio para comenzar la preparación de cara al partido, mientras que su rival alemán llegará el lunes, sólo 24 horas antes del encuentro.
"Tenemos que evaluar cuál es el desgaste que ellos tienen al llegar con menos horas de adaptación en Japón... El tema es que ellos tienen menos horas de vuelo desde Europa que nosotros desde Sudamérica, y eso representa una ventaja", señaló el guardameta. (Reuters)
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La Ciudad
