| | Reflexiones Sida, pobreza y exclusión
| Gustavo Martínez (*)
El 30 de noviembre tendrá lugar en el Concejo Municipal una audiencia pública para debatir este tema. En tal sentido, vale recordar que, en junio del 2001, la OIT publicó el repertorio de recomendaciones prácticas sobre el VIH/sida y el mundo del trabajo, dicho material constituye una valiosa herramienta para potenciar el debate y la acción de los trabajadores con y sin empleo y las organizaciones de la sociedad civil. El VIH/sida no sólo afecta la salud de las personas, afecta sus derechos fundamentales al exponerlas a la exclusión laboral, la discriminación y el desamparo frente a un esquema socioeconómico en el que "la vida es considerada una variable financiera" más, (como lo denuncia un reciente documento suscripto por las ONGs con trabajo en VIH/sida de todo el país). Un año antes de que la OIT publicara el repertorio, Peter Piot, director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas contra el Sida (Onusida), (en el marco de la Conferencia Anual de la Organización Internacional del Trabajo y de la firma del convenio de cooperación OIT-Onusida) realizó una exposición en la que se relaciona la epidemia con la pobreza y el desamparo social: "El mundo cuenta en la actualidad con 12 millones de huérfanos debido al sida y dentro de 10 años esta cifra alcanzará los 42 millones", "el 95% de las personas infectadas por el virus HIV vive en los países en vías de desarrollo", "el 90% de las personas muertas por el Sida vivía en esta región del globo","Hasta el momento el VIH/sida ha provocado la muerte de más de 22 millones de personas en el mundo,... tres millones han muerto durante el año 2000, de los cuales más de medio millón son niños.... De los 36 millones de personas que viven con VIH/sida, 23 millones son trabajadores de entre 15 y 49 años". En cuanto a la realidad local, es necesario analizar lo que en el informe del año 2000 del Programa Municipal de Sida-Rosario se advierte: "... la situación de la epidemia de sida en Argentina ...es de población joven, con tendencia a la feminización, la pauperización, con concentración urbana pero cada vez más en poblaciones del interior del país y con predominio de la transmisión entre usuarios de drogas inyectables y alta proporción de trasmisión madre-hijo". El mismo informe da cuenta que en nuestra ciudad residen el 5,3% del total nacional de las personas que conviven con VIH/sida y que del total de los casos en Santa Fe, Rosario representa el 81%. El VIH/sida encontró en el capitalismo de nuestro tiempo el "socio perfecto" que multiplica pobreza y exclusión (incluso en los países con mayor poderío económico), generando las condiciones sociales, culturales y económicas que favorecen la expansión de la epidemia. Es por esto que la lucha contra el VIH/sida es hoy parte indisoluble de la lucha contra la exclusión social y la pobreza. Las propuestas como el "Seguro de empleo y formación del Frente Nacional contra la Pobreza que integra la CTA, deben ser contemplados en el marco de la construcción de estrategias que garanticen la inclusión laboral de las personas que viven con VIH/sida. Luchar contra las violaciones a los derechos humanos que esta epidemia produce es parte de la misma lucha y de la misma realidad de la "nueva Argentina", en la que del total de niños menores de un año que mueren por día, el 61% de ellos muere por causas evitables, malas condiciones de vida y por no poder acceder a los servicios de salud. "Al año mueren 12.045 niños", como lo denunció la Federación Nacional de Salud y Seguridad Social de la Central de Trabajadores Argentinos, en el marco de un ayuno para reclamar un inmediato cambio de las políticas regresivas "que nos dejan sin trabajo, nos bajan los salarios, y condenan a nuestro pueblo a una vida sin futuro". La federación de salud de la CTA ha logrado sintetizar con pocas palabras y también con pocos números la Argentina que nos dejan décadas de políticas neoliberales: una mujer muere por día durante el embarazo, el parto o el puerperio; cada 10 horas, una persona muere de tuberculosis; cuatro personas mueren de sida por día; siete personas se suicidan por día y el número de personas que viven con mal de Chagas asciende a 3.000.000. La prueba del VIH/sida, en manos de los trabajadores y profesionales de salud pública es prevención, detección, educación para la salud, confidencialidad y asesoramiento; en cambio, en manos de las patronales se ha convertido en una perversa herramienta de exclusión laboral y discriminación, confirmando la premisa que "la única ley que reconocen las patronales es la ley de la ganancia". Hablar de "voluntariedad" o "consentimiento escrito" para la prueba del VIH/sida en el marco de un examen prelaboral, es como decir "voluntariamente se sentó en la silla eléctrica para ser ejecutado". Tenemos en la actualidad un Estado que predica la no-discriminación apelando a la buena voluntad de los verdugos y sin romper el círculo de impunidad y silencio frente a las violaciones de los derechos humanos. Todos los que luchamos por una verdadera democracia con justicia social y libertad, enfrentamos el desafío de pararnos frente a esta realidad determinada por la epidemia del VIH/sida, para derrotar a los que no se los puede vencer en un laboratorio con los mejores científicos: la discriminación, el autoritarismo, el machismo, la indiferencia, la cultura del silencio, la hipocresía, la falta de solidaridad, la corrupción, y por sobre todas las cosas al sistema que convierte a la riqueza de países como el nuestro en la causa de nuestra pobreza. (*) Consejo directivo provincial de ATE-Santa Fe
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