Leonardo Graciarena
Tres rosarinos desarrollaron, en un pequeño taller de barrio Echersortu, una máquina para aislar sobres infectados con bacterias como el ántrax. Fabián Poletto, Diego Locascio y Pablo Capa son los padres de la criatura, que es similar a un buzón de correo, como los que aún quedan en muchas esquinas de la ciudad, y que a través del termosellado aisla los sobres para evitar la contaminación con virus o bacterias. "Este es un sistema que utiliza métodos prácticos que resultan sofisticados a la hora de proteger", explica Fabián Poletto, el portavoz de los inventores. La máquina desarrollada por los rosarinos conjuga lo fácil con lo complejo y lleva a pensar al ciudadano común:"¿Cómo algo tan simple no estaba inventado?" El tema es que, hasta que no se demuestre lo contrario, una máquina tan práctica y sencilla no estaba inventada. "La máquina aisla sobres, nada más", explica Poletto. El Secure Postal, como se denomina el sistema, es "un mueble, estilo buzón de cartas tradicional, con una boca de entrada para la correspondencia y otra de salida posterior. Este sistema es para sobres únicamente. No encomiendas. Una vez que el proceso finalizó se pueden retirar los sobres en sacas o de manera individual", afirma Poletto. "Antes de depositar la carta en el buzón por la boca, hay que colocarlo en una bolsa plástica de determinadas características técnicas. Las bolsas son de diferentes tamaños: existen desde tamaño carta a sobres radiográficos. El material del envoltorio, vinilo, tiene ocho micrones de espesor, lo que cumple con las medidas exigidas en el manual de procedimientos de la Secretaria de Salud de la nación y aprobado por la Policía Federal. Una vez que se coloca el sobre en la boca de entrada, la máquina automáticamente lo absorbe y lo termosella al vacío". El trío Poletto, Locascio, Capa trabaja asesorando a empresas en cuestiones de seguridad y la guerra bacteriológica que comenzó a ganar espacios en los medios desde hace dos meses, hizo que pusieran el ingenio en marcha. Pero no es lo único. "Diseñamos un sistema de seguridad para petroleras, para protegerlas de las mafias del combustible, que sirve para cualquier empresa pero fue realizado para Pecom Energía, o sea la división Energía de Pérez Companc. A su vez también diseñamos una valija porta valor; hasta hoy sólo hay un modelo en el mundo que es de origen israelí y se fabrica en Sudáfrica. Traer esa valija a la Argentina eleva su precio a cerca de los 6.000 dólares y nosotros vamos a comercializarla en 500 dólares más IVA por mes. Lo que nosotros buscamos es demostrar que en Argentina se puede", dice Poletto al repasar otras creaciones. Con este sistema, los rosarinos esperan ingresar en un mercado donde lo evidente no es sinónimo de efectividad. Poletto comenta que "en el mercado existen lectores de componentes químicos, de origen israelí, que son básicamente lectores de cartas bomba. La embajada israelí tiene un dispositivo que lee la composición química del contenido del sobre. Van leyendo la composición química del contenido. Hacen una composición de superficie en base a un análisis de microondas. Lo que pasa es que este tipo de máquinas sólo la pueden adquirir las embajadas y las empresas de primera línea. El público no tiene acceso. La máquina que nosotros diseñamos va a costar al público 2.500 pesos con IVA incluido, es un producto que intenta ser masivo. Cualquiera de las otras máquinas cuesta arriba de los cien mil dólares".
| El Secure Postal es similar a un buzón de cartas. | | Ampliar Foto | | |
|
|