Enviada especial.- La Unión Industrial Argentina (UIA) lanzó ayer un llamado a encolumnarse detrás de un modelo económico alternativo, que contemple una profunda redistribución del ingreso, la mejora del tipo de cambio real a través de la suba de aranceles, la renegociación de los acuerdos con el Mercosur, una reforma tributaria y del sistema financiero y una mayor intervención del Estado en la economía. El presidente de la UIA, José Ignacio de Mendiguren, explicó la propuesta durante su exposición en la Conferencia Industrial Argentina, que se inició ayer en Parque Norte, ante un auditorio de 500 personas. A lo largo de un discurso de una hora, el dirigente fustigó el modelo económico vigente desde el inicio de la década del 90 y aseguró que el principal problema de la economía es la revaluación del peso. "Sepamos que para la economía es tan mala la devaluación como la revaluación, las dos cosas destruyente los mercados", dijo De Mendiguren, quien no obstante evitó pronunciarse a favor de una salida de la convertibilidad. En cambio, propuso la suba de aranceles a la importación y de reintegros a la exportación. "Este mecanismo es una muleta pero es el único camino que nos queda en lo inmediato", dijo. A lo largo de la primera jornada de deliberaciones en el evento anual de la UIA, hubo dirigentes industriales del interior que fueron más explícitos respecto del tema cambiario. El titular de la central fabril de Misiones, José Luis Coll, aprovechó el estrado para pedir lisa y llanamente la devaluación. El consenso industrial en torno de la necesidad de un profundo cambio de rumbo económico quedó en evidencia en los resultados de una encuesta realizada entre los asistentes a la conferencia. El 70% opinó que hay que salir del actual modelo económico, y el 83% quiere mayor intervención del Estado en la economía. Más gráfico aún fue el cerrado aplauso de los empresarios a cada una de las críticas que vertía De Mendiguren a la política económica. En los pasillos de Parque Norte, entre los que circulaban dirigentes santafesinos como Carlos Capisano, Carlos Leone y Roberto Paladini, no había fisuras con el discurso lanzado por la UIA. Sí había dudas sobre los tiempos. Es decir, la posibilidad de recrear un consenso para cambiar el modelo antes de que todo se desbarranque. "Está claro que no se puede seguir con lo mismo, no va más un 18% de desocupación, hay que impulsar una nueva estrategia", señaló Leone. La solicitada publicada el fin de semana por el Consejo Empresario Argentino y otras entidades, tuvo su eco ayer entre los dirigentes de la UIA. La central fabril no firmó ese documento en el que se avalaba la política de déficit cero. Aunque no negó la posibilidad de atar acuerdos con aquel sector, De Mendiguren enfatizó la pertenencia de la central fabril al Grupo Productivo. "El camino de la UIA es el que planteamos acá", aseguró. La propuesta explicitada por el dirigente fabril, que tiene como objetivo asegurar un crecimiento sostenido del 4,5% anual y bajar la tasa de desempleo a un dígito, incorpora un capítulo referente a las reformas necesarias en el sistema financiero. También apuesta a una reforma tributaria que simplifique el sistema y un cambio de rumbo en la política de comercio exterior para agilizar de la aplicación de medidas antidumping y antisubsidios. De Mendiguren manifestó su apoyo a la reestructuración voluntaria de la deuda y pidió "una estrategia de desarrollo industrial y acumulación de capital". En la jornada de ayer también disertaron el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, y el gobernador de Santa Fe, Carlos Reutemann. El chaqueño Angel Rozas, que tenía previsto participar del mismo panel que el Lole, no pudo llegar por la tormenta. Ibarra aseguró que el modelo económico "está terminado" y criticó la política de déficit cero "sin desarrollo", porque significa "producción cero, consumo cero, recaudación cero y crecimiento cero".
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