La aparición de las Letras de Cancelación de Obligaciones Provinciales Córdoba (Lecor), causó ayer diversas dificultades entre los desconcertados poseedores a la hora de intentar pagar impuestos y servicios, o realizar compras en algún comercio. Jubilados y pensionados provinciales fueron los primeros en recibir los flamantes bonos cordobeses en pago del 40% de sus haberes, pero ni bien abandonaron las ventanillas, constataron que no era tan fácil colocarlos como lo había vaticinado el gobierno. Es que la mayoría de las empresas proveedoras de servicios aceptan recibir sólo un bajo porcentaje de bonos en pago de las facturas, mientras que las tarjetas locales -Naranja y Provencred- siguen sin adoptar una decisión. Los únicos que aceptan Lecor como instrumento de pago (100% de la factura) es la empresa de electricidad (Epec) y el Banco de Córdoba en el caso de impuestos provinciales y tasas municipales, al igual que los supermercados, aunque en este caso el gobierno debió superar cierta resistencia. El Ministerio de la Producción reiteró que existe un acuerdo con los supermercadistas para recibir en "paridad uno a uno y por el total del valor de las compras", a las letras locales y su versión nacional.
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