Año CXXXV
 Nº 49307
Rosario,
miércoles  21 de
noviembre de 2001
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Posgrado a distancia en plantas medicinales
Se dicta en la Facultad de Medicina y está destinado a profesionales de la salud

Las plantas medicinales, así como otras medicinas tradicionales y ancestrales forman parte de la estrategia de atención primaria reconocida por la Organización Mundial de la Salud. En ese marco, la Escuela de Graduados de la Facultad de Medicina organizó un curso curricular de posgrado a distancia destinado a profesionales del campo de la salud. El curso comenzará próximamente y los interesados en obtener mayor información pueden dirigirse a la Escuela de Graduados o bien a través de la página www.escueladegraduados.com.ar/plantasmedicinales.
Por su parte, la Municipalidad, a través de la Secretaría de Promoción Social, impulsa el cultivo y utilización de las plantas medicinales a través de los centros Crecer. El trabajo se realiza junto con las familias.

Experiencia conjunta
La coordinadora municipal de esta actividad, Mónica Quiroga, explicó a La Capital que la iniciativa surgió en 1994 a partir de una experiencia conjunta del proyecto de Huertas Comunitarias, el programa Prohuerta (Inta), el área de Atención Primaria de la Salud y el Taller Ecologista.
De la experiencia participó también el doctor Marcelo Sauro, por entonces a cargo del centro de salud El Gaucho. "Fui ofreciendo plantas de a poco, porque cuando la gente va al médico rara vez las pide, por el contrario, quiere que le demos medicamentos", comentó Sauro.
El centro de salud El Gaucho fue el primero de la ciudad en contar con una huerta de plantas medicinales. El proyecto cobró vida gracias al impulso de las mujeres del barrio, las enfermeras, médicos y residentes. "Salíamos del consultorio y teníamos la farmacia viva al alcance de la mano. Ibamos junto al paciente a buscar la planta que necesitaba", agregó el profesional.
La huerta tenía sembradas especies autóctonas y traídas de otros lugares. Con ellas se hacían preparados, pomadas, cremas y lociones. También se vendían plantines en una feria que funcionaba en la plaza Sarmiento, donde además se explicaban los usos y aplicaciones.
El grupo de mujeres que trabajaba en El Gaucho comenzó a trasladarse a otros barrios para transmitir su experiencia. También, por esos años, los residentes de medicina general fueron capacitados en plantas en la huerta del barrio. Esos talleres eran coordinados por el ingeniero agrónomo Antonio Latuca. "En ocasiones, las mujeres del barrio les enseñaban a los médicos residentes", recuerda Sauro.

Rescate del olvido
Hoy, la incorporación de plantas medicinales por parte de los médicos que trabajan en los centros de salud municipales es una realidad cotidiana. Entre otros lugares, los profesionales de los centros Juana Azurduy, Ceferino Namuncurá, Roque Coulin, Emaús, Primero de Mayo, Casiano Casas, El Mangrullo y La Paloma, comparten su experiencia con los habitantes de esos barrios.
"En general la respuesta de la gente es buena y cuando alguno de los médicos comienza a trabajar con yuyos, es frecuente que la gente los busque. También es común que se independicen del médico; sólo concurren para el diagnóstico", apuntó.
La capacitación en los usos y aplicaciones de las plantas medicinales abarca un modelo nuevo en salud, que profundiza el concepto de medicina social basado en el intercambio entre médico y paciente. Esta nueva orientación se enmarca en el proyecto terapéutico compartido del área de atención primaria de la salud.
"La gente toma esta modalidad como propia porque forma parte de sus tradiciones. Lo único que hicimos nosotros fue rescatarla del olvido", dijo finalmente Sauro.


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