Mientras aún dura la bronca por no poder sacar un mejor resultado ante el puntero El Porvenir, Central Córdoba comenzará hoy a prepararse para los dos compromisos que deberá afrontar en sólo tres días: el sábado a las 16 ante Atlético Tucumán, en el Gabino Sosa y con el arbitraje de Raúl Bertinotti, y el martes a las 21.30, ante Atlético Rafaela, en la ciudad del oeste santafesino, con el control de Carlos García.
La bronca charrúa tuvo que ver con el desempeño del árbitro, por la jugada del penal que no lo cobró a Raymonda (insólitamente marcó indirecto a favor de Córdoba, con el partido 0-0) y con otro que le habrían hecho a Emmert, además de que en la jugada del gol local era saque lateral y no tiro libre.
Igual, en el seno del plantel, se reconocieron los errores propios, como el error de Jeremías Gallegos y la reiterada búsqueda de centros cuando lo que mejor tiene El Porvenir es el juego áereo, algo que precisamente adolece Córdoba.
Para el próximo partido, el técnico Ricardo Palma aguarda que el médico le dé el alta al retornado Fabián Cancelarich, quien sigue arrastrando molestias en su rodilla derecha, mientras que Maximiliano Santa Cruz debe purgar una fecha de suspensión y sería reemplazado por Alberto Valiente, siempre y cuando se recupere de una distensión.
El plantel hará trabajos aeróbicos por la mañana y mañana, si el tiempo lo permite, realizará una práctica de fútbol para definir el equipo que enfrentará a los tucumanos.
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La Ciudad
