Bayern Munich de Alemania, próximo rival de Boca Juniors en la final de la Copa Intercontinental a celebrarse en Japón el martes 27, mostró ayer una imagen discreta, en el empate 1 a 1 que obtuvo ante Manchester United de Inglaterra (con Juan Sebastián Verón), por la 1ª fecha de la 2ª fase de la Liga de Campeones de Europa. El conjunto dirigido por Ottmar Hitzfeld recién arribó a la igualdad ante un duro adversario, a 3' del final, cuando el brasileño Paulo Sergio sometió al francés Fabien Barthez, con un disparo cruzado. Antes, a los 29' de ese período, el holandés Ruud van Nistelrooy puso en ventaja en Manchester. Bayern Munich mostró dos caras: durante la primera parte ejerció un dominio territorial aunque sin demasiada profundidad, pero en la segunda mitad le cedió el balón a su adversario y pudo haber perdido. El conjunto bávaro mostró a un Stefan Effenberg al que se le notó la falta de fútbol (volvía de una prolongada lesión), a un bosnio Hassan Salihadmizic que intentó erigirse en eje y a una dupla ofensiva integrada por el peruano Claudio Pizarro y el brasileño Giovane Elber, que naufragó ante la marca rival. Así, las posibilidades del Bayern se redujeron prácticamente en exclusividad al envío de pelotazos largos que casi siempre encontraron bien parados a los defensores ingleses. Los laterales franceses, Willy Sagnol y Bixente Lizarazu, no se proyectaron tan seguido, mientras que los centrales (el ghanés Sammy Kuffour y el croata Robert Kovac) no se desordenaron, hicieron gala de su rudeza física y tampoco lucieron en pelotas detenidas en el área rival. Las pretensiones ofensivas del Bayern Munich dependieron así casi en exclusiva de lo que pudiera diseñar el brasileño Paulo Sergio, cuando se juntaba con su compatriota Elber. Y así, a los 74', de una pelota que robó Verón en mitad de cancha, nació la conquista del Manchester: Silvestre aprovechó que Lizarazu no regresó de una incursión ofensiva y desbordó por izquierda. El centro le permitió a van Nistelrooy adelantarse a la salida de Oliver Kahn y señalar la apertura. Ante la desventaja, Bayern Munich se desesperó. Y comenzó a mandar sus hombres al ataque, exponiéndose al segundo tanto, que pudo haber llegado cuando el irlandés Roy Keane estrelló un tiro en el travesaño. Sin embargo, el conjunto alemán arribó al empate, a los 42 minutos del segundo período, cuando un rechazo de un defensor inglés fue a parar a los pies de Paulo Sergio, quien definió con claridad ante Barthez. El próximo rival de Boca Juniors, el martes 27 en Tokio, Japón, evidenció ser un conjunto con valores individuales de poderío, aunque colectivamente no haya podido desplegar todo su potencial.
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