Una misión de Fondo Monetario Internacional (FMI) llegará finalmente el lunes a la Argentina para revisar las cuentas fiscales, paso previo a la decisión del directorio del ente sobre el desembolso de 1.200 millones de dólares que permitiría al gobierno cumplir con inminentes vencimientos de deuda y arrimarse al déficit cero. La noticia fue bien recibida en el equipo económico, el mismo día en que el ministro Domingo Cavallo inauguró la operación local de canje de deuda, que aspira a reestructurar deuda por 60 mil millones de dólares. "Un equipo del FMI estará en Buenos Aires a comienzo de la próxima semana para actualizar la información y continuar las negociaciones en la quinta revisión del actual programa con apoyo del FMI", dijo Francisco Baker, vocero del organismo. Baker confirmó así el anticipo del presidente Fernando de la Rúa, quien ayer se contactó telefónicamente con el director gerente del Fondo, Horst Köhler, para pedirle que anticipara la auditoría, y del ministro Cavallo, quien señaló que "es natural que las autoridades del FMI sigan examinando la sostenibilidad fiscal del programa porque muchas veces Argentina prometió reducción fiscal del gasto y del déficit, y no las cumplió". La Argentina se comprometió con el organismo a alcanzar este año un déficit fiscal menor a los 6.500 millones, pero para octubre acumulaba un desfasaje del 7.200 millones. Para colmo, voceros de Economía admitieron que en los primeros días de noviembre la recaudación cayó un 16% en relación al mismo período del año anterior. Para cerrar el año con las cuentas ajustadas a los compromisos internacionales o "con un desfasaje muy pequeño", Cavallo necesita dos cosas: la instrumentación exitosa del canje de deuda (que de todos modos tendrá su impacto pleno recién en el 2002) y el desembolso de un préstamo de 1.200 millones de dólares acordado con el Fondo en el marco del programa del blindaje financiero. La liberación de esos fondos venía demorada por la resistencia del FMI a cumplir con la auditoría habitual, luego de que el gobierno anunciara su decisión de reestructurar la deuda pública a través de una operación de canje que aún no consiguió un respaldo explícito de los organismos internacionales. Precisamente, Cavallo intentó destrabar esos desembolsos durante las reuniones que tuvo con el secretario del Tesoro estadounidense y el titular del Banco Mundial el viernes pasado en Canadá. La primera señal de distensión llegó con el anuncio de que la misión que revisará las metas fiscales llegará la semana próxima. En cuanto al apoyo internacional al canje, que debiera expresarse en garantías concretas de los organismos de crédito, es algo que todavía está por resolverse. El ministro de Economía dejó inaugurado ayer el tramo local de la operación, que apunta a reemplazar los títulos de la deuda que están en poder de bancos y AFJP por certificados de préstamos con intereses al 7%, con garantía de la recaudación. Con la operación, esperar ahorrar 5 mil millones de dólares en intereses para el año 2002, sumando las deudas provinciales. "Quiero pedirle comprensión y participación a la comunidad financiera local ya que la confianza de los argentinos nos va a permitir conseguir la confianza del mundo", dijo el ministro, quien admitió que el tramo internacional de la reestructuración, que se realizará a principios del año próximo, no tendrá garantía de impuestos porque esa condición no basta para convencer a los inversores off shore. El jefe del Palacio de Hacienda habló ayer ante banqueros y financistas. En ese marco, reconoció que las cuentas públicas tendrán "un pequeño desfasaje" respecto de la pauta de déficit acordada con el FMI y aseguró que en el 2002 "no habrá recursos adicionales para financiar déficit público". Respecto a las cuentas fiscales del año 2001, Cavallo aseguró que el canje permitirá algún tipo de ahorro durante el último bimestre debido a que el trueque tendrá como referencia el 6 de noviembre para el cálculo de los intereses. Durante su discurso el ministro trazó los lineamientos del presupuesto para el año 2002. Proyectó ingresos por 42.120,5 millones de pesos y gastos por igual cifra, producto de erogaciones primarias por 35.120,5 millones y pagos de intereses por 7.000 millones. En esas proyecciones, se parte de admitir la continuidad del recorte del 13 por ciento en salarios públicos y jubilaciones superiores a los 500 pesos mensuales.
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