El Bisel entró en Uruguay de la mano del banco Acac

El Banco Bisel se incorporó en el mes de septiembre como accionista de Banco Acac SA, una entidad financiera uruguaya con sede en Montevideo. La operación se concretó a través de un aporte de capital de la entidad con sede en Rosario para adquirir el 49,1% de las acciones y votos del banco oriental.
Tras la movida, que ya venía siendo monitoreada por el Bisel desde mediados del año pasado, la entidad de capitales franceses con sede en la ciudad se quedó con el 49,1% de las acciones de Banco Acac, compartida con la cooperativa Acac (35,6%) y un 15,3% en manos de Crédit Agricole.
Aunque el Bisel es parte del grupo francés del Crédit Agricole, ésta se trata de una unidad de negocios que será manejada desde la Argentina por el Bisel.
Banco Acac nació como una entidad financiera a partir de la fusión de un grupo de cooperativas de crédito del interior de Uruguay que estaban enfocadas al negocio minorista.
En el año 1998 se convirtieron en banco, simultáneamente con la incorporación de capital de Crédit Agricole.
Como ocurrió con la experiencia del Bisel en Rosario, Acac se destaca también por sus atributos de cercanía y proximidad con los clientes, que ahora se conjugará con el respaldo económico del grupo francés.
El Acac cuenta con más de 147 mil clientes, de los cuales la mayor parte está ubicado en la banca de personas, productores agropecuarios, comerciantes, microemprendimientos y pequeñas empresas.
Dispone de una red de 36 sucursales en Uruguay (9 en Montevideo y 27 en el interior de ese país) y cuenta con 40 cajeros automáticos propios distribuidos principalmente en el litoral del río Uruguay y sur de ese país.
Con esta operación, Banco Bisel completa su presencia en la región del Río de la Plata en su negocio núcleo que es la banca de proximidad.
Asimismo, esta operación también se encuadra en una estrategia de desarrollo del grupo Crédit Agricole que tiene posiciones en el corredor que une Chile, la Argentina, Uruguay y sur de Brasil, pero por fuera de las grandes metrópolis.
Esto obedece esencialmente a su perfil de banca orientada a la producción agropecuaria e industrial, que privilegia esta cartera de clientes.