"Los climas laborales se definen como estresantes en sí mismo, pero lo que en realidad estresa no es la dificultad laboral sino el modo como cada empresa le enseña a sus integrantes a resolver las situaciones de dificultad". Así lo aseguró el médico psiquiatra Ernesto Rathge quien dictó un seminario sobre estrategias y prevenciones del estrés laboral organizado por Osde Binario y Bit AFJP.
"El estrés es una castellanización del término inglés stress que significa carga, coacción, peso", dijo el especialista, hasta que terminó por utilizarse para definir "las reacciones que tenemos los seres humanos frente a lo que nos pasa en la vida".
De ese modo, cuando "alguien no puede encontrar una respuesta adecuada queda inhibido en la acción y en una especie de espera en tensión", dijo Rathge, quien aclaró que esto se manifiesta en el cuerpo a través de un desorden hormonal que puede generar desde hipertensión arterial, úlceras, infartos hasta adicciones.
Por otra parte, esta falta de capacidad de reacción también golpea el aspecto psicológico y aparecen sensaciones de malestar, de tristeza, de miedo, irritabilidad e incluso depresión. Y finalmente, se desencadenan los efectos sociales y las dificultades para relacionarse.
"Si en una empresa alguien tiene problemas con el jefe y no encuentra como resolverlos, se enoja con sus hijos o su familia o se inclina por soluciones mágicas como el abuso de alcohol, tabaco, drogas o psicofármacos", dijo a modo de ejemplo el especialista. "Freud definió en el siglo pasado a la salud mental como la capacidad de amar y trabajar", dijo Rathge y dejo claro así el lugar estratégico que ocupa en la vida de la gente el ámbito laboral.
"El ámbito del trabajo es una gran parte de nuestra vida y si bien tiene un aspecto ligado a la producción también tiene otro que es el vínculo con las otras personas con las que interactuamos y con las que enfrentamos o no distintos tipos de problemas", dijo y "muchas veces los mismos esquemas vinculares que se aplican en el trabajo son enormemente productores de estrés", dijo.
El lugar del guía
Crisis económica, cambios constantes, información vertiginosa constituyen un cóctel de situaciones que pegan de lleno en las relaciones laborales y que de acuerdo al modo en que cada empresa le encuentre una respuesta, será capaz de evitar situaciones estresantes entre la gente que la compone.
"Siempre hay alguien que tiene que hacer algo más, tiene que haber un líder", dijo Rathge. "Este debe comprender la problemática del lugar y operar desde allí como integrador, centrado en principios y valores", agregó.
En una empresa "los líderes son los que tienen que comprender los problemas y disparar un sistema para solucionarlos, así como son los padres los que primero tienen que ocuparse de los hijos", dijo.
Para el especialista, existen factores externos como la incomodidad física en el lugar de trabajo que generan situaciones de estrés y tienen que ver básicamente "con el descuido de unos para con otros".
"Lo que a uno le embroma no es es, por ejemplo, tener una silla en mal estado, sino que la persona que puede ayudarme para solucionar el problema me ignore o me descalifique", ejemplificó Rathge.
-¿Las áreas de recursos humanos de las empresas contemplan acciones para prevenir el estrés?
-Es un tema que está empezando a tener mucha vigencia. De hecho en el ámbito empresarial ha habido un desarrollo inteligente y muy grande, al menos en teoría, con respecto a estos temas. Hay autores básicamente americanos que trabajan mucho estos temas. Pero allí hay un problema. La empresa debe ser creíble en lo que propone. Si compra un programa de bienestar laboral pero lo hace un día, convoca a todos los empleados, los entusiasma y al otro día el líder ejerce un liderazgo autocrático y desconsiderado, nadie lo cree. La gente tiene la impresión de que eso no sirve, o en el peor de los casos que, como a los pollos, se los está engordando para que trabajen más. No se trata de producir más, sino de vivir mejor.
Rathge aclaró además que con estas actitudes, "no sólo se perjudica aquel que padece en forma directa el maltrato sino también el maltratador, porque como un bumerán le vuelve indefectiblemente". Dijo que "las empresas son un lugar de una enorme oportunidad para que que estas cosas se planteen de otra forma porque son muy dinámicas y porque ahí vive la gente".