La ciudad de Mendoza invita a descubrir sus encantos. A cada paso sorprende con sus museos, parques, centros comerciales, lujosos hoteles y, sobre todo, con la calidez de su gente. Estas características convierten a la capital de la provincia en una urbe acogedora para que los turistas se sientan como en su casa.
Por sus calles amplias y arboladas, y también por su notoria pulcritud, Mendoza está considerada una de las ciudades más limpias del mundo. Una costumbre que llama la atención a los visitantes es el lampazo que utilizan las amas de casa durante la mañana para mantener impecables las veredas de sus hogares.
Además de las baldosas brillosas, otra curiosidad que sorprende a los turistas son las numerosas acequias que cruzan la ciudad para aliviar la bajante del agua de los deshielos.
Aire puro
El aire puro mendocino, mucho menos contaminado que el de las grandes ciudades y casi siempre sin nubes, puede disfrutarse a pleno en el parque San Martín, donde se encuentra el Cerro de la Gloria, a escasos minutos del centro.
Allí se levanta un monumento que rinde homenaje al general José de San Martín y al Ejército Libertador. Y a sus pies hay un mirador que propone una magnífica vista del casco urbano y la precordillera. En el trayecto hacia el Cerro de la Gloria está el zoológico y el anfiteatro donde se realiza la Fiesta Nacional de la Vendimia.
En relación a la cultura, Mendoza no tiene nada que envidiarle a cualquier ciudad del país. Entre sus atractivos se destaca el museo del Area Fundacional, que en sus sótanos conserva unas galerías subterráneas donde se aprecian las ruinas de las primeras construcciones de la ciudad. Sumergirse en los túneles brinda la sensacional experiencia de retroceder unas cuantas décadas.
En el departamento de Guaymallén, saliendo de la ciudad, se encuentra el Mendoza Plaza Shopping, un centro comercial que ofrece las mejores marcas en todos los rubros.
Por sus cualidades naturales y de servicios Mendoza es un excelente punto de partida para recorrer los atractivos de la provincia cuyana, desde las bodegas reconocidas a nivel internacional hasta los circuitos de alta montaña.
Algunos establecimientos abiertos a los turistas que integran los Caminos del Vino son las bodegas Escorihuela, Santa Ana, López, Viña El Cerno, Trapiche, La Rural, Cruz de Piedra, Finca Flichman, Dolium, Chandon, Echart, Lagarde, Viña Amalia, Nieto Senetiner, Domaine Vistalba y Pequeña Bodega.
Los guías enólogos acompañan a los pasajeros senior a lo largo de todo el recorrido, brindando información precisa sobre los procesos de elaboración, cuidado, crianza y fraccionamiento de los distintos tipos de vinos.
También se brindan detalles de los sistemas de conducción de la vid, las metodologías de riego y los dispositivos de protección de granizo. Luego de los recorridos por las bodegas los visitantes pueden saborear junto a las mismas barricas de roble las distintas cepas y conocer los secretos de la degustación.
Entre los vinos se pueden degustar las variedades de chablis, borgoña, malbec, cabernet sauvignon, merlot, syrah, pinot noire, torrontés, chardonnay, sauvignon blanc, semillón y chenin blanc. Además las bodegas agasajan a los visitantes con sus vinos tops, cuyo corte es exclusivo de cada establecimiento.