Aunque parezca que Newell's ya no tiene motivaciones en este Apertura, lo cierto es que por el Parque no pueden darse el lujo de relajarse y deben seguir apostando a futuro a partir de pequeños escalones como puede ser este de Talleres, en un partido en apariencia sin matices o sin ese clic para motivar la masiva concurrencia. Pero hurgando un poco, el choque de esta tarde en el Olímpico tendrá el condimento extra de que el equipo de enfrente está conducido por alguien muy cercano a la historia reciente de Newell's: Mario Zanabria, un tipo que ganó adeptos en la ciudad mediterránea, tanto en los hinchas como en la prensa, por su sencillez en el trabajo y fácil comunicación, que contrastaba notoriamente con su antecesor Gareca y más aún con Jota Jota López. Contra el equipo de Marito, al que le cuesta resurgir en este pésimo paso por el Apertura pero cuya motivación fundamental es empezar a reaccionar con resultados y actuaciones convincentes, en vistas de que en febrero comenzará su histórica participación en la Libertadores, Newell's jugará también por defender sus objetivos. En vista de que ya no lucha por nada y de que Llop se acomodó un poco luego de que su continuidad estuviera en duda, el Chocho también debe estar pensado en cómo armarse de aquí al final para generar una base creíble para el Clausura que viene. Sin el lastre de la preocupación por si Central le rompía la racha de los 21 años invicto en el Parque, y con el handicap de tres partidos sin derrotas, se puede decir que este momento es igual al del comienzo del torneo y esta tarde puede superarlo si consigue un buen resultado. Y no es poco teniendo en cuenta la zozobra en que casi naufraga este proceso y del cual aún hoy no está totalmente a salvo pero sí transita por aguas más calmas. Newell's vivió una semana por demás de tranquila después del 1 a 1 con Central, sensación que se potenció más por el caos que vive el club de Arroyito que por méritos propios, ya que un triunfo en el clásico sí le hubiera valido más esa necesaria calma. Por eso la semana transitó apacible y Llop quizás trabajó mejor que nunca, volviendo a meter mano en el equipo, por obligación en un caso y por cuestiones de rendimiento en el otro. En el primero, Dueña sale por lesión y en el segundo el técnico sacó a Real, quien no aprovechó bien sus oportunidades, y metió a un Pavlovich que se nota que viene en alza. Lo extraño fue que mantuviera en el equipo a Vázquez teniendo en cuenta que lo sacó a la media hora en el clásico después de que se cansara de pedir la pelota pero irremediablemente las terminara mal. Quizás en su decisión consideró que si algo no se le puede reprochar al colombiano es sus ganas de mostrarse, pero está claro que deberá mostrar algo más. Newell's tiene mucho en juego. De ninguna manera puede relajarse. Los demás que le pongan el mote que quiera al partido. Llop sabe que es fundamental si quiere echar raíces en el banco rojinegro.
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