Año CXXXIV
 Nº 49.304
Rosario,
domingo  18 de
noviembre de 2001
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Movida, moda e "histeria": una constante en las playas de la rambla Catalunya
La consigna de ayer fue aprovechar el feriado al sol

Los ojos masculinos se posaron por varios minutos en el cuerpo de Fanny, de 27 años. Y claro, estaba siendo fotografiada por este diario cuando todas las miradas cercanas enfocaron hacia ella. Sin embargo, ejercitar la vista va más allá de los flashes, es "la" actividad en las playas rosarinas. Por lo menos esto fue lo que se vio ayer en la rambla Catalunya, cuando cientos de personas -en su mayoría jóvenes- llegaron para aprovechar el feriado, el sol y el río. La histeria fue la protagonista de la tarde en la costanera.
La movida, algunos la llaman gasolera porque en este balneario no se paga, está sin dudas en la rambla Catalunya; más precisamente entre los dos barcitos Caracolas. El ambiente es heterogéneo, por eso hay para todos los gustos. Sin embargo, están los detalles comunes. Y son aquellos que responden a la moda. Llegar en bicicleta es lo más, algunas hasta se mezclan con las reposeras en la playa; y tener piragua o kayak, ni hablar.
Si se trata de estar a tono con el ambiente de este balneario, llevar tatuaje es casi indispensable. Y mate también. "Somos vitalicias de este lugar, y cada año viene más gente", dijo una infartante Silvana (37). Pero la mujer se quejó de que "hay más personas, pero cada vez menos hombres. Y los que hay están inhibidos, son súper controlados", se quejó.
"Las que no están inhibidas son las mujeres", dice Cristian (26), quien llegó con su grupo de amigos para pasar la tarde. De lo que sí se molestó el joven es de la histeria, y la opinión fue compartida por sus compañeros. La razón de la histeria: hay mucha luz, y entonces todo se resume en mirar y ser mirado. "En las disco es otra cosa", aseguran. Ellos eran habitués de la isla, pero "esta temporada no hay plata".
Para ellos y ellas, la playa es una antesala del boliche. "No es que venís expresamente para levantar, pero podés marcar a alguien acá para después encontrarte en el boliche", se esperanzó Melina, de 24 años. Para Fanny (27), "en el balneario se ve la realidad, la verdadera estructura. Acá se nota si te mataste o no en el gimnasio". Y parece que Fanny se esforzó, porque cuando se preparó para la foto, la miró más de uno.



La playa es un ambiente para todos los gustos.
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