La Dirección Nacional de Vialidad comenzó ayer a reparar las rutas cortadas por las inundaciones el último fin de semana para asegurar el tránsito liviano sobre la ruta 7 a la altura de la ciudad bonaerense de Junín, pero no logró resolver la rotura de un puente que mantiene aisladas a tres mil familias de esa ciudad.
La intensidad de las lluvias caídas el fin de semana agravó la situación pero ayer el buen tiempo permitió que las aguas se mantuvieran estables y permitieron los primeros trabajos de reparación. Sin embargo, doce ciudades bonaerenses permanecen aisladas y otras 23 afectadas en los 31 distritos de la provincia anegados, en los que todavía quedan más de 700 personas evacuadas y otro millar de autoevacuados.
Los equipos de Vialidad, además de reparar el puente destruido por la crecida en Junín, tratan de evitar el corte de las rutas 33 y 188, con máquinas traídas de La Pampa, Santa Fe y Córdoba.
El vocero de Vialidad, Ernesto Arriaga, indicó que personal del organismo estaba armando un puente portátil en el puente roto de Junín, cuando tuvieron que "ampliarlo debido al aumento del tamaño de la brecha" abierta por las aguas.
Reclamos a concesionarios de rutas
En Junín, son tres mil las familias aisladas a raíz de la rotura del puente de la ruta nacional 7 sobre el río Salado, situado en el ingreso a la localidad. Así lo indicó el intendente Abel Miguel, quien se quejó por la tardía respuesta de la empresa concesionaria de la ruta y Vialidad Nacional, para reinstalar un puente que permita la unión del sector de la ciudad que quedó prácticamente separado el pasado sábado.
Según el intendente, "no hay muchas posibilidades de asistir a las familias" perjudicadas hasta que podamos utilizar el puente, "ya que lo único que hemos podido hacer es instalar una pasarela para ayudar en casos de urgencia, pero cuando se necesita la atención médica compleja se debe ingresar por la localidad de Chacabuco, obligando a transitar 120 kilómetros más", afirmó. La misma situación se vive para el transporte de mercaderías y alimentos frescos.
En la ruta 33 -del kilómetro 400 al 403-, los vecinos de Rivadavia, acumulaban ayer piedras y tierra para hacer más alto el camino al igual que en el kilómetro 494 de la ruta 188, de manera de asegurar la transitabilidad, de acuerdo a instrucciones del administrador de Vialidad, Ricardo Musso. Rivadavia es el partido con mayor número de evacuados, con 200 personas fuera de sus hogares, y tiene dos ciudades aisladas -Sansisena y San Mauricio-, en tanto González Moreno y América continúan muy afectadas por las inundaciones.
En tanto, ayer se supo que el drama del avance de las aguas en la Pampa húmeda podría agudizarse: el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) pronosticó para los próximos días nuevas lluvias sobre la región. (Télam y Dyn)