Manuel Herrera considera que el canje de deuda que está llevando adelante el gobierno argentino es "lo mismo que romper el termómetro y seguir con 50 grados de fiebre". Quien fuera durante los años 70 ejecutivo de la petroquímica Pasa y directivo de la Unión Industrial Argentina (UIA), volcado ahora al terreno político en posiciones contestatarias, puso de relieve en diálogo con La Capital que la reprogramación que lleva adelante el gobierno nacional saca a la luz graves problemas en los balances de los bancos que a su juicio rozan la ilegalidad. -¿Cuál es su opinión sobre la renegociación de la deuda? -El ministro Cavallo hasta hace muy pocos días decía que quienes hablaban de reprogramar la deuda eran intelectuales de cuarta. El establishment financiero también, porque aducía que la deuda estaba diseminada en miles de tenedores como las viejitas de Ohio. Nosotros ya proponíamos entre otros puntos una reprogramación de la deuda. Muy diferente a la que se está llevando adelante hoy. Planteamos que a través de un cambio en el sistema impositivo era posible generar confianza y se lograba trabajar con superávit fiscal. Divisas con las cuales se podía pagar la deuda. Con una reprogramación a una tasa realista y vinculado con un acuerdo de política exterior. La tasa del 7% es impagable por la Argentina, ya que eso significarían unos 10 mil millones de dólares de intereses anuales. -¿Cuál sería entonces una tasa razonable? -Argentina se parece a una empresa que se presenta en convocatoria de acreedores. A veces a los deudores ni siquiera se les pide que paguen intereses y hasta muchas veces hay quita de capital. En este caso, la tasa no debería superar el medio o punto porcentual por encima de la que paga Estados Unidos. -Una pata en la renegociación son las AFJP, que administran el dinero de los trabajadores. -Eso se lo tienen que reclamar a De la Rúa y a Cavallo, quien hizo dos cosas muy peligrosas. Cuando se quedó sin crédito externo obligó a las AFJP a transformar sus carteras obligándolas a comprar bonos, que a los pocos días perdieron el 50% de su valor. Los adherentes podrían demandar a los administradores de AFJP y al Estado por haber licuado su capital. -¿La irregularidad que usted plantea valdría también para los bancos? -Es más grave. El gobierno le ofrece a los bancos que opten por los nuevos bonos, que van a tener garantías y valer un poco más, o por un contrato de préstamo, que como no cotiza en el mercado, no influiría en el riesgo país y podrán seguir teniéndolos a un valor del 100%. Esto es lo mismo que romper el termómetro y seguir con 50 grados de fiebre. Encima, Cavallo dice que "el balance de los bancos argentinos están dibujados". ¿Está aceptando que los balances de los bancos son falsos? ¿Porque les dejó poner 100 a algo que vale 50? Y cuando uno lee en el "Wall Street Journal" la situación de los bancos argentinos se ve cuál es el problema. El Nación, por ejemplo, tiene un patrimonio neto de 1.790 millones y una tenencia de deuda pública de 4.940 millones: ¿está en disolución? Y algo similar sucede con la mayoría de los bancos argentinos. -¿Cómo se sale de esta crisis? ¿Ud. plantea una devaluación? -No, no. Hay que reconocer que existe una sobrevaluación del peso, que es una promoción para la importación y un castigo para la exportación. Pero ¿es posible devaluar en Argentina? Sería la quiebra del Estado, de las empresas y de los 3,5 millones de endeudados. La solución es un impuesto a las transferencias de divisas no menor al 50%. Esto permitiría establecer cambios profundos en la economía, como generar estímulos a la exportación. -¿Existe alguna de las medidas de Cavallo que considere positiva? -Reconocer que el modelo económico no sirve. Por esta razón da una moratoria amplia por las deudas a las empresas, y en esto estoy de acuerdo, porque la gente no lo puede pagar. En todo lo demás me cuesta encontrar algo positivo en estas medidas, que no es más que un plancito financiero. Para nada es un plan económico.
| "La moratoria a empresas fue positiva", dijo Herrera. | | Ampliar Foto | | |
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