Acorralada por una drástica disminución de los recursos nacionales de coparticipación, la administración de Carlos Reutemann avanzará con un ajuste presupuestario que afectará a los tres poderes del Estado provincial con el fin de evitar un colapso de las cuentas públicas. Así lo admitió ayer el ministro de Hacienda, Juan Carlos Mercier, pero evitó dar precisión sobre la magnitud del recorte. Al cabo de una reunión de gabinete celebrada en la Casa Gris de Santa Fe, el funcionario retrató un sombrío panorama financiero, fustigó con extrema dureza la política financiera de la Nación y dio a entender que la provincia deberá utilizar títulos públicos para afrontar sus obligaciones salariales y con proveedores. Aunque Mercier no habló de porcentajes, un dato ineludible es el compromiso de coparticipación federal asumido la semana por las provincias aliancistas y de Neuquén con el poder central, que habilitó un recorte del 13 por ciento en las partidas para el 2002. Un ajuste de similar magnitud significa para Santa Fe un cercenamiento de 187 millones durante el año, teniendo en cuenta que la provincia recibe casi un nueve por ciento de la torta nacional de coparticipación, que hasta ahora tiene un piso "garantizado" de 1.364 millones mensuales a prorratear. Mercier actuó de vocero de la reunión de gabinete celebrada ayer en Santa Fe, presidida por el gobernador Carlos Reutemann, en la cual se efectuó un amplio análisis del nuevo pacto fiscal que propone el gobierno de Fernando de la Rúa, al cual la provincia aún no ha adherido. En relación a los recortes a introducir en el presupuesto del año próximo, el ministro dijo que la totalidad de los integrantes del gabinete provincial se comprometieron a "ver de qué manera se afrontan los próximos meses, en especial la confección del presupuesto del 2002, donde habrá que producir economías en todos las partidas". Se trata de un tema muy traumático para algunas carteras, especialmente aquellas que están obligadas a afrontar las demandas de la gente, al punto de que el ministro de Salud, Carlos Parola, advirtió que presentará su renuncia si le podan recursos (Ver página 21). Mercier trató ayer de poner paños fríos en torno al ajuste, al puntualizar que "nadie quiere hacer recortes en las áreas sensibles del gobierno como educación, salud y promoción social". Sin embargo insistió en que persiste el problema central ya que "el gobierno nacional perdió el crédito y nadie nos presta plata". El Ejecutivo santafesino ya dio un primer paso un par de meses atrás en materia de austeridad, cuando Reutemann planteó ante la Legislatura la necesidad de ajustar 26 millones de pesos del presupuesto, que equivalen a un tercio del total de los recursos anuales del cuerpo parlamentario. Un segundo problema para las arcas santafesinas consiste en que además de cercenar recursos la Nación distribuirá títulos públicos en lugar de efectivo entre las provincias. La proporción de bonos a repartir y el hecho de que el gobierno nacional quiera colocar todos los papeles en el interior y no asumirlos en su propia jurisdicción fue uno de los temas conflictivos que impidieron hasta ahora un arreglo con los gobernadores opositores. Mercier calificó como "inevitable" que en breve plazo deban pagarse con bonos Lecop los salarios y aguinaldos de los empleados públicos, pero aclaró que ello dependerá de "como se vayan dando los acontecimientos". La Nación pretende pagar con títulos la deuda de coparticipación acumulada durante los últimos meses, que para Santa Fe suman más de 100 millones y un 40 por ciento de lo que deje de distribuir de aquí hasta fin de año. El titular de Hacienda dijo que la Nación viola la Constitución porque ésta "se dictó en 1853 para que hubiera una sola moneda y un crédito público internacional y el responsable de que no lo haya es el gobierno nacional, que abandonó sus obligaciones para con las provincias". Y reiteró que desde el gobierno central se quiere hacer "un país de primera y otro de segunda, en vez de hacer un país único, como está imponiendo en su gesto y en sus actos". Sostuvo que "la Nación pretende quedarse con la plata, con el discurso y con la lapicera" y que desde ese ámbito se intenta mostrar que "los irresponsables son los gobernadores, cuando es todo lo contrario". Mercier agregó que el acuerdo propuesto por el gobierno nacional no se puede firmar en las actuales condiciones, pero aclaró que la decisión que Santa Fe tome se conocerá "en los próximos días" (ver página 12). Sin ocultar su disgusto, Mercier remarcó que "el gobierno nacional acaba de imponer en todo el país las Lecop para los ciudadanos de segunda, que son los de las provincias, pero hasta ahora la Nación no se ha ensuciado las manos y parece que no se las piensa ensuciar con los bonos".
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