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Almacenes: un antes y un después

El almacenero "Carita" trabaja en ese negocio que era de su padre, desde hace 60 años. El comercio funciona acorde a los tiempos que corren. Porque antes los alimentos venían con otro envase y, tal vez, otra calidad. "Carita" cuenta que el arroz y los fideos se vendían al menudeo y recuerda que "como envase el vidrio era la vedete y no el plástico. Aunque, claro, hoy los envases se volvieron más llamativos y vistosos para entrar por los ojos. El almacén, cercano al parque de la Independencia, tiene una clientela que cambió de padres a hijos y gente que se mudó y otra que llegó al barrio. Nada es como era, la seguridad en la zona dejó paso a los arrebatadores y el robo de casas. Ya nada es lo que fue, en nada. Las reglas de juego para los pequeños comerciantes se modificaron a consecuencia de la llegada de grandes capitales. A su vez, la gran crisis actual perjudicó a la gente: el sueldo les dura menos tiempo. Aunque las ventas son menores, ahora "Carita" utiliza una caja registradora con visor y no el lápiz, como antes. Pero lo que no cambió, en ese negocio, es la buena atención; algo que en muchos lugares desapareció.
Daniel Marocco