El ingeniero Ariel Garbarz se hizo conocido por proteger las líneas telefónicas de Fernando De la Rúa cuando era jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, y por dirigir el desarrollo del software utilizado por la Cámara de Diputados de la Nación para investigar el lavado de dinero en la Argentina. Cuando en 1998 Garbarz trabajó para el entonces jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Fernando De la Rúa, tomó contacto por primera vez con el Digital Bug Analizer (DBA), software utilizado en forma casi exclusiva por el FBI para impedir las intervenciones telefónicas ilegales. C: ¿Cómo funciona el DBA? A.G.: La estructura del DBA es la de un troyano. Tiene dos códigos: Cliente y Servidor. El Cliente manda al Servidor a través de la línea telefónica. Si ésta se encuentra pinchada, el Servidor se instala en el equipo interceptor (responsable de la pinchadura) y, en menos de sesenta milésimas de segundo, logra leer la zona de la memoria donde se descarga el BIOS. Como la computadora que está pinchando se "da cuenta" de semejante infiltración, en menos de un segundo borra toda la información, incluso el mismo DBA. Por eso, es imposible tomar su control, aunque sí se la puede identificar. C: ¿Quién desarrolló el DBA? A.G.: En este momento usamos la versión 120, actualizada en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). Pero el primer DBA que apareció en la Argentina fue el que recibí a través de De la Rúa. Aparentemente fue desarrollado por la NSA (Agencia Nacional de Seguridad de los Estados Unidos) en conjunto con la Carnegie Mellon University (www.cmu.edu). Cuando a mediados de este año la diputada Elisa Carrió acudió a Garbarz porque sospechaba que sus líneas telefónicas estaban pinchadas, el ingeniero le informó que ya no hacía más chequeos de línea. C: ¿Cómo comenzó entonces su relación con la comisión investigadora del lavado de dinero? A.G.: Cuando Elisa Carrió me llamó por primera vez, le sugerí contratar el servicio brindado por el Grupo de Investigaciones Teleinformáticas, perteneciente a la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). Una vez que los resultados del chequeo dieron positivo, le ofrecí protección telefónica sin cargo, a través de mi empresa (Protección Digital, www.protecciondigital.com). También le comenté que mi cátedra de la UBA (Tecnologías de Computadora) podría desarrollar los programas para hacer el procesamiento de datos relativos a la investigación sobre lavado de dinero. Cuando ella aceptó, decidí encararlo como un trabajo de investigación catedrático, que puse en marcha con algunos de mis alumnos. C: ¿Qué le propuso a la Comisión? A.G.: En principio, evitar las tecnologías propietarias (el conocido Excalibur, por ejemplo) para desarrollar el software. Esto significaba recurrir a lenguajes totalmente transparentes (Visual Basic o Visual C), escanear y organizar los datos en una base, y finalmente almacenarlos en Access (base de datos muy popular y transparente).
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