El presente de Central Córdoba es por demás complicado en lo futbolístico y en lo institucional, al punto de encontrarlo en el límite justo del precipicio. Ahí nomás del descenso, sin comisión directiva (ver aparte) y con poco tiempo para encontrar las soluciones que le permitan dar un paso adelante. Y el partido de esta tarde frente a Tigre es uno de esos que no se puede escapar, por tratarse de un rival directo en la pelea por el descenso.
Y para eso será fundamental que los charrúas empiecen a ganar en su cancha. En el Gabino Sosa no se pueden perder más puntos, los triunfos son una obligación y a eso apunta el técnico Ricardo Palma.
Y entre tantas pálidas al fin llega una buena. La recuperación de Matías Pavoni, tras quince días de lesión, para aportar la cuota ofensiva que necesita el equipo para ir en busca de los tres puntos que permitan conseguir una bocanada de oxígeno para el promedio.
En tanto, también en el mediocampo ganará peso ofensivo el conjunto de Tablada por el ingreso de Cárdenas en lugar de Gerlo (no se recuperó de una fatiga muscular), ya que el volante acompañará a Raymonda en la creación del juego.
Precisamente, el juego de Raymonda es una de las cartas principales del esquema futbolístico de los azules, que levantaron el nivel de juego de la mano de su enganche.
Y la tercera variante que introduce Palma en la formación titular es el ingreso de Maximiliano Santa Cruz en lugar de Valiente, para formar la tradicional defensa de cuatro hombres, con Aira por el lateral izquierdo y con Emmert con Celebroni como centrales.
Ganar es la premisa. El juego en equipo viene en ascenso y eso quedó demostrado en el último encuentro ante Defensores de Belgrano, cuando levantó un 0-2 de visitante para sumar un punto. Ahora restan corregirse errores defensivos y que la suerte acompañe un poquito más al equipo. La situación es por demás complicada en torno al descenso, pero los charrúas deben pelearla hasta el final. Es cierto que se necesitan muchos puntos, pero todavía hay muchos en juego.
| |
La Ciudad
