Un día después de cobrar una pensión en el banco, una mujer de 65 años que sufre una discapacidad motriz en sus piernas fue sorprendida en su casa de zona norte por dos asaltantes encapuchados que se llevaron 600 pesos, un televisor y un equipo de música luego de empujar a la mujer y dejarla inmóvil en el piso. Una pareja fue detenida poco después por la policía a sólo 150 metros de la vivienda asaltada, aunque a la víctima no le causó sorpresa que los ladrones fueran sus vecinos: "No les pude ver la cara, pero les reconocí la voz", señaló la mujer.
El robo ocurrió en la casa de Florida 237 bis a las 2.45 del sábado. Allí vive María Leónides Barreto, de 65 años, a quien los vecinos de barrio Cotar conocen como "Laura". Desde que falleció su marido, un empleado ferroviario, la mujer vive sola en la casa dos pisos. Pero desde hace cinco años ocupa sólo la planta baja, ya que tiene cierta dificultad para subir escaleras desde que se cayó de un colectivo de la línea 114 y el accidente le provocó una renquera de la que todavía no puede recuperarse.
Por esa razón, María instaló su dormitorio en la cocina-comedor que da a una galería ubicada en el frente de la vivienda. Allí dormía la madrugada del sábado cuando escuchó ruidos y vio unos reflejos en la cocina. Como nadie contestaba, decidió salir a la galería para ver que pasaba, pero la interceptaron dos encapuchados que de un empujón la tiraron al piso.
"Dame la plata que cobraste. Si chillás te va a ir peor", gritó uno de ellos. María enseguida le reconoció la voz: "Le dicen el Sarro y vive a la vuelta de mi casa", contó ayer la mujer, mientras daba fe de su pasión canalla escuchando el partido entre Ñuls y Central por una radio portátil. "Se ve que sabían que todos los días 8 voy a cobrar", agregó la mujer, que el día anterior al asalto había percibido su pensión en un banco de la zona norte.
Ese era el dinero que buscaban los asaltantes. Revolvieron cajones y muebles hasta que encontraron unos 600 pesos. También se llevaron un televisor color de 20 pulgadas y un radiograbador. Mientras tanto, María observaba todo desde el piso, donde permanecía inmóvil y dolorida. "Prefería que se llevaran todo pero que no me hicieran nada", contó la mujer.
Cuando los asaltantes escaparon, María levantó el tubo del teléfono para pedir ayuda, pero el aparato no tenía tono. Es que los mismos ladrones habían cortado la línea antes de entrar a la casa.
Tras ser asistida por una vecina, María advirtió que la puerta de calle no había sido violentada."Se ve que tenían una llave que yo había perdido hace poco", razonó la mujer, aunque después se comprobó que los intrusos habían forzado el pasador de una persiana metálica que protege la puerta de la cocina.
La mujer denunció el robo en la comisaría 8ª. El sábado a la tarde, con una orden del juzgado de Instrucción Nº7, los agentes allanaron la casa de Mar del Plata 280 bis, ubicada a pocos pasos de la vivienda asaltada. Allí detuvieron a Alicia Viviana García, de 30 años, y a Diego Elizalde, de 20, y secuestraron los electrodomésticos robados. "Yo los conozco. Si todos los días me vienen a pedir plata para los puchos y cerveza y cuando tengo les doy", confió la mujer, que no se sorprendió cuando supo que los sospechosos eran sus propios vecinos.
Tiempo atrás, un ladrón solitario había sustraído de su casa un televisor que debió abandonar en la vereda al ser sorprendido por los vecinos. "También era un novio que tenía Alicia García en ese entonces", recordó María.
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María Barreto (derecha) se retira de su vivienda. |  | Ampliar Foto |  | |
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La Ciudad
