La situación de los partidos bonaerenses afectados por las inundaciones seguía siendo ayer crítica, en tanto las lluvias previstas para hoy en el territorio aumentaban la preocupación en las zonas damnificadas, ya que el nivel de las aguas podría aumentar y avanzar sobre pueblos y ciudades.
El secretario de Gobierno de Chascomús, Gustavo López, descartó la posibilidad de que la ruta 2 pueda cortarse por la crecida del Río Salado o de las lagunas lindantes, porque "el pico máximo ya lo tuvimos y aún resta un metro para que las aguas alcancen el nivel de la ruta".
De esta manera, desestimó el temor de que la autopista que une Mar del Plata con la Capital Federal sea superada por las aguas entre Chascomús y Lezama, por la crecida de la laguna Chis Chis.
Por otra parte, indicó que ayer se superó la marca histórica de la cota de la laguna al registrarse 9,25 centímetros, dos más que la máxima.
Ahora la preocupación se centra en el alerta meteorológico dispuesto para hoy "porque de caer muchos milímetros y registrarse fuertes vientos, podrían volver a inundarse los barrios que recién ahora están volviendo a la normalidad", agregó el funcionario.
En el oeste bonaerense la situación se mantenía complicada, zona que fue recorrida ayer por el gobernador Carlos Ruckauf y el ministro de Agricultura, Ganadería y Alimentación, Haroldo Lebed.
Allí se reunieron con vecinos de la ciudad de 9 de Julio, uno de los distritos más afectados. En el partido de Rivadavia, las tareas de taponamiento del canal hacia la laguna Vidaña, se concluyeron ayer, cuando las retroexcavadoras lograron concluir con el volcado de las tierras, que días pasados los vecinos habían retirado para que las aguas escurran.
Los trabajos se realizaron por orden de la justicia penal, luego de que el intendente de Trenque Lauquen, Juan Carlos Font, entendiera que al abrir las compuertas el agua aumentaba la crisis de los productores de su partido. (DYN)
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En Chascomús, algunos barrios siguen bajo el agua. |  | Ampliar Foto |  | |
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La Ciudad
