| | cartas Vendedor de ilusiones
| Para Kant, hay varios tipos de ilusión, entre ellas la empírica, que cuando descarriada la imaginación, las facultades del juicio pierden el control del entendimiento. He aquí, la especulación de la razón entorpecida por grandes ilusiones. Su vendedor, sin saber ni comprender al empirismo, pierde las fuerzas del entendimiento, quedando a la deriva todos sus planes y proyectos como barco sin timón. Pensar en quien gobierna nuestra economía es ir directamente al "super ministro", el eterno vendedor de ilusiones quien cree que resignar fondos de la seguridad social con ilusos planes de míseras asistencias a hogares de bajos ingresos y a ancianos sin recursos, no es más que otros de sus acostumbrados juegos de ilusionismo. Lo único que queda en el espectador es la intriga del truco, lo demás desaparece porque tiene conciencia que nada de lo visto o escuchado es real o factible. Cuando la dialéctica recurre a lo especulativo o a conceptos que no llegarán a ninguna conclusión, no son más que suposiciones o hipótesis. En este caso, una falacia más. Los argentinos ya estamos hartos de tantos fraudes, engaños o mentiras. Consecuentemente, creer que resignar seis puntos de los aportes de la seguridad social donde el noventa por ciento de los sueldos en este país no superan los cuatrocientos pesos, reportarán 24 pesos que como mejora salarial no es más que una de las tantas fallidas corazonadas del "vendedor de ilusiones". Roberto Linares
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