Año CXXXIV
 Nº 49.296
Rosario,
sábado  10 de
noviembre de 2001
Min 15º
Máx 22º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





cartas
Al obispo de Rosario

Esta carta está dirigida al señor obispo para expresarle lo siguiente: le escribo con mucho pesar pues me duele el silencio de nuestro padre obispo en relación a la capilla Cristo Rey de Fisherton. Hemos pedido entrevistas que no han sido concedidas, hemos escrito cartas que no han sido respondidas. Estoy muy desilusionada ante la posición tomada por las autoridades de mi Iglesia. Una gran parte de los feligreses nos sentimos excluidos y desoídos. ¿Dónde esta nuestro padre obispo? ¿Dónde está el espíritu conciliador de quienes deberían estimular la unión entre los hermanos? El conflicto al que hago mención es grave; la comunidad de Fisherton está dividida al punto de haber miembros de una misma familia enemistados, al punto de haber amigos que se cruzan de vereda para no saludar a los que fueron sus amigos. Nuestro obispo ¿sabe esto? La posición del grupo de vecinos que se opone a la demolición de la capilla y ahora al nuevo proyecto "consensuado" -(¿consensuado con quién?), si ni siquiera se nos ha mostrado, si ni siquiera se ha escuchado al Colegio, a la Facultad de Arquitectura-, es muy clara: defendamos el patrimonio histórico de la ciudad. En este caso es un complejo urbanístico que se compone de la estación Antártida Argentina (ahora Centro Cultural), la plaza y la capilla. Bregamos por la conservación de nuestras tradiciones, nuestra historia, respetando a aquellos que con tanto esfuerzo forjaron nuestra ciudad. ¡Abrazamos nuestra capilla! Refleja una falta de seriedad la elaboración de un nuevo proyecto realizado en tiempo récord sin la aprobación de gente idónea en la conservación del patrimonio histórico. La solución es muy simple: construir la nueva iglesia en otro sitio; sabemos que se cuenta con terrenos apropiados. Esto evitaría las discordias y la división entre los fieles. La responsabilidad del Arzobispado es ineludible, está en vuestras manos resolver este problema que no es menor ni se circunscribe sólo al emplazamiento o reforma de la capilla; está en ustedes escuchar, contemplar y acoger a toda la comunidad de Fisherton. Espero no ser defraudada nuevamente y confío que el Señor y el Espíritu Santo los ayude e ilumine para poner punto final a este asunto que desangra y hiere los corazones de tantos rosarinos.
DNI 13.958.737


Diario La Capital todos los derechos reservados